YPF afronta en la cuenca neuquina dos situaciones diametralmente opuestas. Por un lado, logr贸 profundizar su curva de aprendizaje en Vaca Muerta. As铆 consigui贸 niveles que la vuelven m谩s competitiva y le permiten, sin tirar manteca al techo, hacerle una finta al bajo precio del petr贸leo. Por otro lado, en algunos de sus yacimientos m谩s viejos, da pelea para sostener posiciones que requieren de valores m谩s altos del crudo para garantizar el negocio.

El CEO de la empresa, Miguel Guti茅rrez, afirm贸 que los cotos de perforaci贸n horizontal en Loma Campana bajaron a ocho millones de d贸lares. Como resultado de esta baja, que representa un valor cercano a la mitad de lo que le costaba en los albores del boom de los no convencionales, su 鈥渂reak even鈥�, algo as铆 como el punto donde el negocio es redituable, est谩 en un nivel por debajo de los 40 d贸lares por barril.

Es decir que en Vaca Muerta puede hacer sostenible sus operaciones con un precio bajo, a niveles levemente superiores a los que se obtienen en la cuna de los no convencionales, Estados Unidos.

Es una buena noticia y un dato de impacto para atraer inversores, como los que est谩 buscando, en momentos en los que el precio del barril se mantiene en torno a los 50 d贸lares, con oscilaciones que no implican un cambio de orden para volver a mirar el negocio como durante el festival en torno a los 100 d贸lares.

A ciencia cierta, nadie sabe durante cu谩nto tiempo m谩s se podr铆an prolongar los precios actuales. Por lo tanto, bajar los costos es sustancial para la rentabilidad.

Sin embargo, no es la foto completa del escenario que afronta la firma nacionalizada en Neuqu茅n, donde tiene una participaci贸n cercana al 70% de los hidrocarburos que se extraen.

Loma Campana, sobre Vaca Muerta, es una suerte de gran excepci贸n, que no tiene que ver con la crisis que impacta de lleno en sus 谩reas m谩s viejas, ya en producci贸n convencional. Se trata de yacimientos ubicados, en su mayor铆a, en la zona de Rinc贸n de los Sauces, donde el break even se encuentra por encima de los 52 d贸lares.

Se sabe que cada pozo petrolero es casi en s铆 mismo una historia. Pero algunas fuentes del sector dicen, calculadora en mano, que incluso con un barril a 60 d贸lares los n煤meros no dan para amortizar el combo entre lo que sale llevar el petr贸leo a la superficie y al mismo tiempo no desatender el futuro: transferir parte de los recursos econ贸micos que se obtienen a garantizar, a trav茅s de la exploraci贸n, una reposici贸n del barril que se acaba de sacar haciendo sostenible el negocio en el tiempo.

Estos datos trazan tambi茅n la posibilidad de un cambio de paradigma en proceso: uno en el que todo el negocio da un giro hacia los no convencionales.

Para algunos es una cuesti贸n de tiempo. Sobre todo porque en las 谩reas m谩s viejas se requiere de costosas t茅cnicas de estimulaci贸n que, en la actual coyuntura de precios, plantean la pregunta de hasta qu茅 punto jugar a fondo para seguir exprimiendo esos yacimientos.

Al mismo tiempo, Loma Campana da muestras a帽o tras a帽o de un progreso que va atado a la optimizaci贸n de costos, con todo un camino por seguir recorriendo.

La log铆stica es una clave con mucho margen de mejora: el transporte, el suministro de energ铆a, la llegada de materias primas indican que ese margen para seguir mejorando la cadena de gastos es totalmente factible.

Tambi茅n todas las operadoras que tienen concesiones sobre la formaci贸n Vaca Muerta obtuvieron algo que largamente reclamaban: la adenda al convenio colectivo de trabajo de los petroleros, que modifica las condiciones de trabajo y que implicar谩, en los hechos, menos gasto salarial. (...)