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Las cinco medidas para Vaca Muerta

10/08/2017 | ARGENTINA | Actualidad | 300 lecturas | 23 Votos



La marcha del plan oficial para los no convencionales no logra repuntar. Pese a la caída de la producción hay expectativas de un despegue para el 2018.




Qué pasó con las cinco medidas para Vaca Muerta. Crecieron los no convencionales pero el país perdió 37.000 barriles diarios.

El gobierno nacional tiene adherentes que creen que la industria petrolera en el país no es competitiva y por lo tanto no la ven como necesaria. Sin embargo el Ejecutivo ha dado muestras de entenderla como un sector estratégico. Incluso ha sido el segmento empresarial que más le devolvió al presidente Mauricio Macri. Si bien las inversiones en el país aún están por debajo de lo esperado, Vaca Muerta fue bendecida con un parte importante de la torta.

Los no convencionales fueron tomados como una prioridad para el ministerio de Energía, que conduce Juan José Aranguren, y allí se apuntó una batería de medidas que ya empieza a tener impacto. Los primeros números no son los esperados, pero el optimismo oficial no descarta un 2018 con un repunte de la actividad hidrocarburífera.

Según los datos del primer semestre, los últimos disponibles en el país, el petróleo arrastra una caída interanual del 8% y el gas una baja del 1,4%, solo contenida por un crecimiento del fluido que se extrae en Neuquén (+2,2%). Las ganancias –en dólares– de las compañías petroleras no se recuperan y los niveles de inversión, por fuera de la Cuenca Neuquina, se desplomaron.

La receta de Aranguren para apuntalar el sector incluyó cinco medidas: los cambios al convenio colectivo de trabajo; la extensión de los incentivos a la producción de gas; la eliminación del barril criollo; la mejora de los precios del gas en boca de pozo y; la rebaja a los aranceles de importación de equipos petroleros.

Pero, ¿cuál fue el impacto real que cada uno de estos programas tuvo hasta ahora en el desarrollo de Vaca Muerta?

Primero. La adenda laboral fue un acuerdo intersectorial, inicialmente de aplicación exclusiva para los no convencionales neuquinos, que flexibilizó algunas condiciones campo adentro. El convenio, que buscó ser un modelo de productividad extensible a otros sectores industriales, llevó meses de negociaciones.

En términos generales se eliminaron pagos extraordinarios (empalmando con las condiciones de los trabajadores del sector convencional), se modificaron planteles, diagramas y se ampliaron los límites para tareas nocturnas y situaciones climáticas. Las mejoras en los costos estimadas por las operadoras fue de entre un 8 y 10%.

Sin embargo el mayor valor que se le otorga es contar con un “papel” base para discutir cada nuevo proyecto. Esta suerte de limitante para la acción gremial quedó algo desdibujada en la práctica porque la aplicación de algunos puntos aún se negocian cara a cara.

Segundo. La garantía de extender los subsidios al precio del gas no convencional entre 2018 y 2021 fue una de las medidas más esperadas. Llegó con meses de retrasos, pero tuvo un fuerte rebote en Neuquén. La provincia anotó cinco anuncios de inversión por más de 3.800 millones de dólares. No descartan otras novedades antes de fin de año.

Sólo tres de esos proyectos prometen casi 40 millones de metros cúbicos diarios de gas en apenas cinco años, una cifra que representa más del 60% de lo que hoy se extrae. Pese a los anuncios, se esperaba algo más del plan. En la industria hay dudas de cómo el gobierno nacional empalmará los anteriores planes con el nuevo esquema. Incluso hasta el momento no hay proyectos aprobados dentro del nuevo plan de incentivos.

Tercero. La eliminación del barril criollo, un sendero de precios decrecientes hasta empalmar con el mercado internacional, le jugó una mala pasada a las expectativas de Aranguren. Al tratarse de un commodity que atraviesa una situación de crisis internacional, el impacto en la industria fue certero. Se cree que podría ser un año histórico para la caída de la producción.

La balanza de precios, con un valor local aún por encima del mundial, permitió contener la traducción de los precios en surtidores pero alentó las importaciones. El descenso del valor interno también afectó la oferta del crudo Medanito, el más liviano del mercado interno y que se extrae en la Cuenca Neuquina, por lo que las refinadoras también debieron mirar hacia el exterior.

En este esquema uno de los datos relevante fue el crecimiento de los combustibles importados por traders (compañías que solo comercializan el producto). En el primer semestre, según datos de Energía, cuadruplicaron sus ingresos. Si bien aún no tienen un peso significativo en la cuenta final, marcan una tendencia que puede afectar el mercado interno.

Cuarto. Los tarifazos para el gas, que combinaron la quita de subsidios y un aumento de los valores del fluido en boca de pozo, dejaron un disimulado festejo de las provincias productoras. Las operadoras también consiguieron un reconocimiento, pero como con los anteriores planes de incentivo recibían 7,5 dólares el millón de BTU, la canasta de precios no sufrió un cambio sustancial.

Distinto fue para el gobierno neuquino que logró repuntar la cuenta general de regalías con el precio del gas: aumentó un 60% interanualmente. Sólo por este hidrocarburo embolsó en el primer semestre 2.814 millones de pesos, unos 1.052 millones más que en el mismo período del año pasado. Y así continúan siendo, como desde 2016, más cuantiosos los ingresos por gas que por petróleo.

Quinto. La rebaja de aranceles para la importación de equipos petroleros es una medida muy esperada por las empresas de servicios especiales, fundamentalmente las internacionales que pueden mover maquinaria desde otras operaciones en el mundo hacia el país. El proyecto original establece que el material a ingresar tiene que ser usado y pone como tope un límite temporal.

Si bien la iniciativa estaba para la firma de los ministros y el presidente a mediados del mes pasado, hasta el momento no llegó al Boletín Oficial.

Cierre. Para ambos gobiernos, el provincial y el nacional, el balance es positivo en perspectiva hacia 2018. Esperan nuevas inversiones y un crecimiento en el nivel de actividad. Para las cuentas vale decir que los subsidios energéticos no se han reducido lo esperado por Nación, pero sí los ingresos por regalías –vía precios y un tipo de cambio en aumento– mejoraron su posición.

En suma, Vaca Muerta funcionó como una especie de isla en la industria petrolera nacional, pero esto no sirvió para recuperar los casi 2.000 empleos que perdió la actividad en la Cuenca Neuquina. Un escenario que suma otros sectores en conflicto (gremios, superficiarios y comunidades) que quizá modifiquen los plazos de la esperada recuperación. (...)

Fuente: Diario Río Negro

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