Cada vez más países están empezando a instalar plantas de captura del gas asociado que producen los yacimientos de Crudo, a fin de generar electricidad. Por año se Desperdician 150.000 millones de m³ del fluido, que generan emisiones por 400 millones de toneladas de dióxido de Carbono. Desde la entrada en vigencia, a principios de 2005, del protocolo de Kyoto –que estableció los objetivos ambientales que deberán cumplir los países desarrollados para 2016–, las industrias comenzaron a poner en práctica proyectos de Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Casi cinco años más tarde se aprobaron en todo el globo más de 2.200 iniciativas de MDL, que representan un ahorro de alrededor de 400 millones de toneladas (Tn) de dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, hay un problema que continúa sin solución: el venteo de gas asociado que producen los yacimientos petroleros. Se trata de fluidos que, en su gran mayoría, se desperdician afectando la integridad del entorno. No es una cuestión menor. Cada año se liberan sin control cerca de 150.000 millones de metros cúbicos (m3) de gas natural que emanan de los campos petroleros, emitiendo –precisamente– cerca de 400 millones de Tn de CO2 al medio ambiente.

Lo más sorprendente es que en la actualidad existen tecnologías para aprovechar esos gases, transformarlos en recursos y producir electricidad. Para difundir la instalación de plantas de captura de esos fluidos el Banco Mundial creó la Asociación Mundial para la Reducción de la Quema de Gas (GGFR, según su sigla en inglés). Se trata de una entidad público-privada de gobiernos, empresas estatales y las principales petroleras internacionales comprometidas a reducir la quema y ventilación del hidrocarburo a nivel mundial.

ARTICULACIÓN

Ahora la GGFR empezó a incorporar compañías de tecnología capaces de capturar gases asociados de yacimientos para obtener energía eléctrica. En ese sentido, a mediados de año sumó como miembro a Wärtsilä, una firma finlandesa proveedora de motores flexibles de electricidad y plantas de generación eléctrica que se abastecen del gas de venteo. Los países donde se concentran los mayores índices de emisión de esos hidrocarburos son Rusia, Irak, Irán y Nigeria.

“La quema de gas es perjudicial para el medio ambiente y desperdicia un recurso valioso y más limpio a utilizarse para propósitos más productivos”, expresó Somit Varma, director del Grupo del Banco Mundial para Minería, Petróleo, Gas y Químicos. La GGFR facilita y apoya esfuerzos nacionales para utilizar los gases asociados que provienen de la producción de petróleo y por lo tanto reducir su desaprovechamiento, al encargarse de la falta de esquemas de regulación efectivos y de las restricciones de utilización de gas, como insuficiente infraestructura y poco acceso a mercados de energía locales e internacionales, en especial en países en vías de desarrollo.

VENTAJAS

Cuando se extrae el crudo a la superficie desde una profundidad de varios kilómetros el gas asociado a ese proceso también suele subir. Si el petróleo se produce en áreas del mundo donde hay falta de infraestructura o un mercado de gas cercano, una parte significativa de ese recurso puede soltarse a la atmósfera sin haberse encendido (es decir, quemado) o directamente  venteado. “Si esos fluidos asociados se pueden utilizar en la generación de energía en lugar de quemarse y enviarse a la atmósfera, las emisiones de los campos petrolíferos podrían reducirse”.

“Al mismo tiempo, existen evidentes beneficios económicos que se podrían obtener. Como miembros asociados de la GGFR podremos contribuir a disminuir la combustión a través de nuestro conocimiento de generación de energía”, expresó Vesa Riihimäki, vicepresidente del Grupo Centrales Eléctricas de Wärtsilä. Mediante la tecnología de combustible dual de la empresa el gas asociado se puede convertir en electricidad y utilizar para mover un compresor o una bomba. Es que la tecnología de gas-diesel ofrece flexibilidad de combustible y permite que los motores funcionen con toda combinación de productos líquidos y gas asociado.

“Eso es esencial para las compañías de petróleo y gas que operen en ambientes donde el volumen de gas asociado cambia de manera constante”, precisaron desde la compañía. Wärtsilä es una empresa mundial de soluciones de energía durante todo el ciclo de vida para los mercados marino y de energía. En 2009, sus ventas netas totales alcanzaron los 5.300 millones de euros, con más de 18.000 trabajadores. La compañía opera en 160 puntos en 70 países en todo el mundo y cotiza sus acciones en el Nasqad de Helsinki, Finlandia.

Fuente: Revista Nuevas Energías

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