Sin embargo, esto est谩 empezando a cambiar en el mundo, y si bien la actividad petrolera sigue siendo rentable y no hay peligro que el petr贸leo deje de ser buen negocio y tampoco que las grandes empresas del sector puedan quebrar, el 煤ltimo a帽o han comenzado a disminuir sus ganancias, por lo que resulta interesante investigar el por qu茅 y analizar las consecuencias. Hace unos d铆as se conocieron los resultados del 煤ltimo trimestre de 2013 de algunas de las llamadas big oil. Exxon Mobil Corp. XOM anunci贸 que sus ganancias en ese trimestre de 2013 fueron de u$s 8.400 millones, una ca铆da del 16% respecto al 煤ltimo trimestre de 2012. Chevron Corp. CVX, por su parte, reconoci贸 una ca铆da del 32% en sus ganancias comparando los mismos per铆odos.

A su vez, Shell, RDSB.LN declar贸 ganancias por 2.900 millones, contra los 5.600 millones que hab铆a ganado en el 煤ltimo trimestre de 2012. El dato llamativo es que estas ca铆das se dieron en un contexto de un precio del petr贸leo que puede considerarse alto, alrededor de los cien d贸lares, y que las inversiones que realizaron estas compa帽铆as fueron muy significativas: estas tres empresas invirtieron en conjunto m谩s de 120 mil millones en 2013 para tratar de aumentar su producci贸n de gas y petr贸leo.

Pero el problema es que obtuvieron pocos resultados de sus grandes inversiones. Las compa帽铆as petroleras han reconocido que 2013 fue el peor a帽o en descubrimientos de las 煤ltima dos d茅cadas. Por ejemplo, la exploraci贸n en la costa occidental de 脕frica, desde Angola hasta Sierra Leona, no obtuvo los resultados esperados. Lo mismo ha ocurrido con los trabajos de Shell en el 谩rtico. Cada vez es m谩s dif铆cil encontrar nuevos yacimientos. Los descubrimientos tienden a ser m谩s peque帽os, m谩s complejos y m谩s dif铆cil de explotar.

La producci贸n de crudo convencional creci贸 aproximadamente un 1,5% por a帽o entre 1995 y 2005, pero a partir de ese a帽o entr贸 en una meseta, a pesar que desde 2004 el precio del petr贸leo comenz贸 a aumentar desde los u$s 30 a los casi 110 actuales. Si bien el alza de los precios gener贸 un incremento en las tareas de exploraci贸n y en el desarrollo de nuevos yacimientos, s贸lo se logr贸 compensar la declinaci贸n de los yacimientos maduros. Por eso, los aumentos de la producci贸n a nivel global de los 煤ltimos a帽os provienen de los condensados del gas natural (etano, propano, butano, pentano), yacimientos de aguas profundas, oil sands y tight (shale) oil.

Hoy, la producci贸n de petr贸leo est谩 altamente concentrada en un peque帽o n煤mero de pa铆ses y en un peque帽o n煤mero de grandes yacimientos. Aproximadamente 100 yacimientos producen la mitad de la oferta global, 25 producen un cuarto y un solo yacimiento (Ghawar, en Arabia Saudita) produce el 7%. Casi todos estos grandes yacimientos son relativamente maduros, muchos ya han alcanzado su pico de producci贸n y la mayor铆a del resto entrar谩 en declinaci贸n la pr贸xima d茅cada.

A nivel global, hay pocas esperanzas de encontrar nuevos de los llamados yacimientos gigantes. Adem谩s, el 96% de las reservas a nivel mundial est谩n en manos de los estados, por lo que las petroleras deben ajustarse a distintas regulaciones y a compartir la renta. En cierto modo, las principales compa帽铆as petroleras del mundo est谩n sufriendo alguna versi贸n del mismo problema: est谩n gastando m谩s dinero para producir menos petr贸leo.

Para mantener las tasas de producci贸n, las empresas est谩n corriendo en la b煤squeda de nuevas reservas y, al mismo tiempo, est谩n incrementando sus proyectos en gas, ya que les cuesta acceder a las reservas de petr贸leo convencional a nivel global y el gas est谩 incrementando su participaci贸n en la matriz energ茅tica mundial. Se est谩 acabando la era del petr贸leo barato y el mundo se enfrenta a un futuro de turbulencia econ贸mica y geopol铆tica. Por suerte, nosotros tenemos a Vaca Muerta.

Por V铆ctor Bronstein Director del Centro de Estudios de Energ铆a, Pol铆tica y Sociedad