En busca de destrabar el conflicto por la reforma de la Ley de Hidrocarburos, la Nación bajara la incorporación del pago de un bono por parte de las petroleras a la hora de prorrogar las concesiones actuales por 10 años, que se sumaría al plus del 3% de regalías.

Según informaron fuentes cercanas a las negociaciones a LM Neuquén, la oferta responde a uno de los puntos centrales de la última contrapropuesta que hizo el gobernador Jorge Sapag. Sin embargo, aún no parece suficiente para convencer a las provincias. El pago de ese bono se calcularía sobre las reservas que le queden al área a prorrogar. Un esquema similar ya aplicó Sapag con la Ley 2615 cuando se renegociaron los contratos que vencían entre 2015 y 2016.

El bono se podrá aplicar en los casos en que una petrolera tenga un bloque convencional en concesión y pida la extensión de los plazos para un proyecto no convencional. Así sucedió el año pasado con YPF, que al asociarse con Chevron debió abonar un canon de 110 millones de pesos por las reservas convencionales de Loma Campana.

“Ese tema es negociable”, indicó la fuente. Pero el planteo de Neuquén va más allá, y pretende incluir un canon de ingreso a las áreas exploratorias, algo que YPF rechaza. La petrolera nacional considera que en los proyectos en Vaca Muerta, que requieren largos períodos de inversiones intensivas, ese tipo de pago complica la tasa interna de retorno. Desde el Ministerio de Energía de Neuquén señalaron a este diario que aún “no hubo ningún tipo de propuesta oficial ni información sobre algún cambio”.

PUNTOS NEGOCIABLES

Otro de los artículos de la reforma de la Casa Rosada que rechazan las provincias es el referido a la unificación a las alícuotas de Ingresos Brutos y del impuesto a los sellos. Los gobernadores consideran que legislar sobre ese punto sería inconstitucional, y que en todo caso se debería acordar mediante algún tipo de pacto federal.

Las licitaciones también forman parte de la discordia. Las provincias quieren, como sucede hoy en día, elaborar cada uno los pliegos. La reforma establece que se deben confeccionar sobre la base de un modelo único acordado entre Nación y los estados productores. Allí hay poco para discutir. El objetivo es que haya uniformidad en todo el país, para evitar la competencia entre las propias jurisdicciones, o que se armen licitaciones a medida.

Con respecto a la regulación ambiental, Neuquén considera que se avanza contra su facultad de control. De todos modos, es uno de los temas que Nación está dispuesta a negociar, y abrir el juego en el Congreso a todas las fuerzas políticas para establecer “presupuestos mínimos ambientales”.

La Casa Rosada también podría ceder en el artículo que dispone bajar a 5% las regalías en proyectos de recuperación terciaria y crudos ultrapesados. Una de las opciones sería permitir, como sucede en la actualidad, que las provincias decidan qué alícuota aplican en cada caso, en un rango del 5 al 12%.

Como la reforma pone duros límites a GyP, al eliminar las reservas de áreas y el acarreo de las petroleras provinciales en las licitaciones, Neuquén pretende, como dueña del recurso, que las empresas paguen por el acreaje al ingresar al área, idea que, como se explicó, está muy lejos de los planes de YPF. Si bien Sapag asegura que el borrador de Nación solo plantea “esfuerzos de las provincias”, desde la administración central consideran que tras la renacionalización de YPF se está respondiendo a un viejo reclamo suyo: el precio de los hidrocarburos.

Recuerdan que la cotización del barril de crudo se fue acercando al valor internacional y que la reforma plantea darle carácter de ley al programa de estímulos a la producción de gas que paga 7,50 dólares el millón de BTU, precio sobre el cual se liquidarán las regalías. A eso se le suma la quita de subsidios que ya sienten consumidores de gran parte del país, lo cual eleva los valores en boca de pozo del gas neuquino.

En resumen, YPF busca un esquema legal sobre el cual se rijan todas las compañías, sin privilegios para las provinciales, que otorgue “previsibilidad” al negocio; reducir los pagos “extras” que complican las inversiones; y evitar tener que sentarse a negociar con cada gobernación cada vez que quiera acceder a un bloque o renovar una concesión. Para Neuquén, todo eso significa ceder mucho en el reparto de la renta.

COCO DIJO QUE EL FPV NUNCA HIZO “NADA” POR NEUQUÉN

El ministro de Energía, Guillermo Coco, criticó a los diputados legisladores del Frente para la Victoria, quienes lo acusaron de privatizar Vaca Muerta. “Podría decir que esos diputados votaron a favor de la creación de GyP; podría revelar que en privado piden disculpas porque (Oscar) Parrilli, (Carlos) Zannini y la Casa Rosada los obligan a decir cosas con las que no están de acuerdo”, dijo el funcionario provincial.

“A (Raúl) Podestá lo respetaba, pensé que era otra persona. (Rodolfo) Canini es un payaso, todos sabemos quién es. Mientras que (Luis) Sagaseta, (Pablo) Todero y compañía, con tal de estar en una lista firman cualquier cosa que les pongan adelante. Ellos ejercen políticas del nazismo y mienten”, agregó.

Coco amenazó con iniciar acciones judiciales y se preguntó: “¿Qué ha hecho el FpV por la provincia? Si pensamos distinto nos quitan obras, no nos pagan las obras en curso, no respetan los contratos. Eso es lo que han hecho: nada”, dijo en declaraciones a LU5.

“Sabemos que a los compañeros del FpV de Neuquén les molesta esto de defender los recursos de los neuquinos, por eso nos pusimos al frente”, añadió. Además, defendió el rol de GyP  y dijo que no puede salir al mercado a cotizar por culpa de Nación. “El gobierno que ellos representan no nos permite abrir la empresa porque en las condiciones económicas quedaría subvaluada en un 30%”, aseguró.