Hubo múltiples conflictos por posible contaminación del arroyo Huaraco y también por las filtraciones del inmenso dique de cola que hay a la entrada de la planta.

Los últimos conflictos fueron con propietarios de campos y puestos aledaños que se quejaban por las explosiones adentro de los cerros. Hubo que evitar las detonaciones nocturnas y hacer un calendario para informar sobre las mismas.

Pero ahora, la preocupación del gobierno está puesta en la parálisis de las instalaciones. Temen esta situación pueda afectar el resguardo del entorno y por eso pidieron a la Justicia que intervenga.

Dentro de las cuantiosas inversiones que hay que hacer para poner en marcha nuevamente el proyecto, se cuentan las ambientales.

Al mantenimiento periódico de las instalaciones se le suman nuevos requisitos a partir de las exigencias normativas.

La mina de oro y plata utiliza el sistema de galerías. Pero ya no hay vetas, así que la roca se muele hasta obtener el oro.