Para el sector petroquímico, los resultados de ese desarrollo se harán visibles en 2025, según las proyecciones del titular de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica Argentina, José María Fumagalli. Las restricciones en el suministro gasífero que limitan la producción petroquímica nacional quedarán próximamente en el olvido, al compás del desarrollo a gran escala del shale gas de Vaca Muerta.

Así lo estimaron Miguel Galuccio, CEO de YPF, y José María Fumagalli, director de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica Argentina (CIQyP), quienes a principios de noviembre disertaron en la 34⁰ Reunión Anual de la Asociación Petroquímica y Química Latinoamericana, realizada en Río de Janeiro, Brasil.

“Si bien hoy no son la principal fuente energética del país, los hidrocarburos no convencionales representan el futuro de nuestras reservas y producción. Vaca Muerta, por caso, tiene lo mejor de cada una de las cuencas de Estados Unidos, con un contorno de 30.000 kilómetros cuadrados (km²), un gran contenido orgánico y una presión muy superior a la Eagle Ford. Pero no es la única formación a considerar, ya que también contamos con El Agrio, compartida por Mendoza y Neuquén, y con D129, en el Golfo San Jorge, Chubut”, destacó Galuccio.

Según sus palabras, la clave del éxito del shale en los Estados Unidos pasó por producir en una escala masiva. “Allí radica la gran diferencia con respecto a la Argentina: ellos operan con 2.000 equipos de perforación, mientras que nosotros lo hacemos con 25. Esto se relaciona con la eficiencia en la economía de los costos. No obstante, a través de una fuerte apuesta tecnológica, en los últimos tiempos redujimos de u$s 11 a 7,4 millones el costo de pozos verticales con cinco etapas de fracturas. Y vamos por más”, puntualizó.

Para el ejecutivo –que colaboró profesionalmente con el desarrollo de proyectos en distintos lugares del mundo, como Colombia y México, los primeros pozos exploratorios de Polonia y China, y el primer pozo realizado en India–, en apenas dos años de trabajo la Argentina se posicionó como el mayor mercado de shale fuera de Norteamérica. “Uno de los mayores beneficios que traerá aparejado el desarrollo del segmento será agregar valor a la petroquímica. Tal como lo establecen nuestros planes de inversión, YPF apunta a aumentar su participación en esa industria”, anticipó.

En ese sentido, resaltó la importancia del proyecto de urea y amoníaco que Profertil controla en el polo petroquímico de Bahía Blanca. “Junto con la canadiense Argium, realizaremos una ampliación de la planta de u$s 150 millones en el primer cuatrimestre de 2015”, adelantó.

PROYECCIONES OPTIMISTAS

De acuerdo con Fumagalli, la industria argentina, en general, viene soportando una crisis vinculada con la caída de las exportaciones. “Afortunadamente, la nuestra sostuvo sus ventas en el mercado doméstico, pero se estancó en el exterior”, describió.

Desde 2007, apuntó, se padece una limitación importante en la disponibilidad de materia prima. “Esto varió un poco este año, debido a la mayor producción de gas y a una mejora de las condiciones climáticas, por lo que se incrementó la oferta de productos químicos en un 7% en relación con 2013”, comparó.

Pero el gran cambio se dará en la década del 20 de este siglo, cuando esté disponible la materia prima proveniente del shale. “Los resultados de las inversiones en hidrocarburos no convencionales serán visibles para la actividad petroquímica en 2025. En esa línea, la economía crecerá un 3% anual y la evolución de los mercados se verá conforme a la elasticidad de cada uno de los productos, con escalas de producción a la misma altura que en el presente”, pronosticó.

Sobre la base de las previsiones de la CIQyP, dentro de 10 años la industria petroquímica alcanzará un nivel de producción de 14 millones de toneladas (Tn) anuales, lo que significará un incremento de un 120% con respecto a la capacidad productiva que existe en la actualidad. “La inversión requerida para la construcción de nuevas plantas será de u$s 15.000 millones, cifra que incluye el desarrollo de servicios de infraestructura, gasoductos y plantas separadoras, entre otras obras. Esto generará 100.000 puestos de trabajo directo y 42.000 empleos indirectos”, vaticinó.

El saldo de la tasa comercial petroquímica, añadió, producirá u$s 2.225 millones, lo que permitirá reducir de un modo drástico el déficit comercial de u$s 4.000 millones que hoy afecta al país. “Asimismo, se promoverán ampliaciones de capacidad en términos de etileno, propileno y distintas variedades de polietileno, polipropileno, p-amoníaco y urea”, indicó.

A TODA MARCHA

A decir de Galuccio, Vaca Muerta ya suma 300 pozos perforados. “Además de organizar el primer showcase fuera de Estados Unidos, con Chevron emprendimos el primer proyecto en un cluster de 300 km²: un primer piloto de 132 pozos de 40 km² (el 1% de Vaca Muerta), mediante una inversión de u$s 1.200 millones en 2012 y de u$s 1.800 millones en 2013”, detalló.

Adicionalmente, acotó, YPF está ejecutando el segundo emprendimiento en la ventana de gas acompañada por Dow Chemical (en su primera iniciativa de upstream a nivel mundial). “Se trata oficialmente del primer desarrollo de shale gas en la Argentina, a partir de una inversión de u$s 350 millones para perforar 31 pozos, de los cuales ocho ya están conectados”, especificó.

Hace unas semanas, además, la petrolera cerró un significativo acuerdo con la malaya Petronas a fin de desarrollar un cluster de petróleo mediante un desembolso de u$s 550 millones. “Sólo en Vaca Muerta, se verificó un crecimiento de u$s 380 millones en 2012 a u$s 1.800 este año, y de cuatro a 23 equipos de perforación. En la zona en la que operamos, ya se generaron 10.000 puestos de trabajo. En el pueblo más cercano, Añelo, se alquilan camas por 12 horas. Y hay una explosión de compañías de servicios trabajando y nuevas firmas que se están asentando constantemente para colaborar con esta ampliación”, precisó.

Para completar el panorama, remarcó los avances obtenidos en Loma Campana, el primer piloto no convencional en el país. “Ya produce 35.000 barriles de petróleo equivalente. Esto lo posiciona como el segundo yacimiento local en términos de producción y como el primero del mundo en petróleo no convencional fuera de los Estados Unidos”, aseveró.