El tema se comenta por lo bajo en el ambiente petrolero, pero se sabe que es una preocupaci贸n de primer orden para las empresas y el sindicato. Aunque sin cifras fehacientes, el consumo de alcohol y drogas es un problema en crecimiento en los yacimientos y sus poblaciones aleda帽as.

Los motivos pueden ser variados, pero las fuentes coinciden en que el alto poder adquisitivo de los trabajadores del sector tiene una fuerte incidencia.

Desde hace alg煤n tiempo las empresas comenzaron con los controles de consumo de alcohol. Mucho m谩s recientes son aquellos sobre el uso de drogas y, quiz谩s por esa misma raz贸n, los casos positivos se dan con mayor frecuencia.

Alco es una empresa que realiza este tipo de controles a pedido de las petroleras. Generalmente se le hacen al azar a parte o al total de los empleados. "Puede ser a la entrada del personal o en cualquier momento del d铆a, por eso tenemos guardias las 24 horas", explica el gerente Alejandro Merino. Para el control de alcohol se utiliza un alcohol铆metro como los que usan los inspectores de tr谩nsito y el resultado es inmediato. En tanto que el de drogas se hace con un an谩lisis de orina y en cinco minutos se sabe si es positivo o negativo.

Merino explic贸 que, seg煤n la empresa, se pueden hacer an谩lisis de dos, seis o doce sustancias. "No llevamos una estad铆stica, pero aproximadamente encontramos un 2% de casos positivos en alcohol y un 6% en drogas, con tendencia en alza", coment贸 y se帽al贸 que "lo habitual es encontrar residuos de marihuana o coca铆na".

A diferencia de un automovilista particular, donde hay una tolerancia del 0,5%, en la industria petrolera el alcohol en sangre debe ser "cero" al momento del control. "El registro m谩s alto que tuvimos fue del 2,4%, lo que implica un gran riesgo no s贸lo para la vida de ese trabajador sino para todos su compa帽eros", indic贸.

EL GREMIO, EN ALERTA

Guillermo Pereyra, titular del Sindicato de Petr贸leo y Gas Privado de R铆o Negro, Neuqu茅n y La Pampa, dej贸 trascender cifras alarmantes. "Tenemos un 40% de los compa帽eros en actividad con alg煤n tipo de adicci贸n, con preponderancia de las drogas sobre el alcohol", dijo. "La empresa no va a despedir al trabajador por esta raz贸n, pero las adicciones lo llevan a faltar sin causa y ah铆 es donde pierden el empleo", agreg贸. Relat贸 que hace pocos d铆as un empleado de San Antonio estaba trabajando y se fue sin dar explicaciones. "Nos preocupa mucho esta situaci贸n, porque la familia del trabajador paga todo el costo", asegur贸.

Seg煤n Pereyra, las empresas "no se hacen cargo de los tratamientos de recuperaci贸n porque tienen que contratar a alguien para reemplazar a ese empleado y no quieren asumir costos adicionales". Indic贸 que se hacen los controles "pero esto no es suficiente, hay que trabajar en forma conjunta empresas y sindicato porque implica un riesgo muy grande que una persona trabaje en esas condiciones".

Coment贸 que muchas veces "el trabajador se encuentra de repente con un salario importante y cae en tentaciones, sabemos que hay personas recorriendo permanentemente las localidades petroleras ofreciendo este tipo de porquer铆as". Adelant贸 que en el Sanatorio Plaza Huincul, que administra el sindicato, tienen previsto conformar una secci贸n especial para la atenci贸n de adicciones.

IM脕N PARA LOS NARCOS

Por su parte, el intendente de Rinc贸n de los Sauces, Marcelo Rucci, prefiere poner el 茅nfasis en el control del tr谩fico. "En una ciudad de 40.000 habitantes tenemos una sola comisar铆a y 50 efectivos", dijo y se quej贸 de la falta de atenci贸n del gobierno provincial y las fuerzas de seguridad nacionales como Gendarmer铆a. "Esto pas贸 a ser un tema grave, un tema de Estado. La zona se convirti贸 en un im谩n para los narcos, que ven en la localidad una importante rentabilidad gracias al alto consumo de sustancias", asegur贸.

En el Centro de Medicina Integral del Trabajo de Neuqu茅n (CMIT) cientos de personas se realizan cada mes los ex谩menes preocupacionales para acceder a un puesto laboral. El 80% es para alguna empresa del sector petrolero. "S贸lo un 20% de las empresas del rubro pide que se hagan los ex谩menes para detectar consumo de drogas, y de ese total aproximadamente un 6% da positivo", coment贸 Miguel Irigoyen, director de la instituci贸n. Lo m谩s usual es encontrar metabolitos de marihuana o coca铆na y en menor medida de derivados de las benzodiacepinas, que se encuentran en psicof谩rmacos como Rivotril, Alplax y otros similares.

"Lo que ocurre en el petr贸leo no es ni m谩s ni menos que un reflejo de lo que pasa en la sociedad en general, donde lo m谩s preocupante es el abuso en el consumo de alcohol. No soy partidario de estigmatizar al sector petrolero como si trabajar all铆 significara inmediatamente caer en la adicci贸n", se帽al贸 y asegur贸 que adem谩s del alto poder adquisitivo de los salarios el r茅gimen laboral "que implica estar mucho tiempo alejado de la familia tambi茅n influye en la problem谩tica".

Sobre el tratamiento posterior de la persona con adicciones, Irigoyen indic贸 que "no hay casi oferta de centros especializados, salvo en el sistema p煤blico de salud, pero son insuficientes. Las obras sociales tampoco se ocupan del tema y, adem谩s, les cuesta encontrar prestadores". Las empresas, en tanto, son esquivas a la hora de hablar del tema. Una de las principales operadoras de la cuenca asegur贸 que posee un programa de prevenci贸n y que en caso de detectar uno, se deriva "a un programa confidencial de rehabilitaci贸n".

Adriana Giuliani, profesora de la Universidad Nacional del Comahue y que ha realizado varios estudios sobre el impacto socioecon贸mico de la actividad petrolera en la zona, se帽al贸 que "la escala salarial del negocio es sensiblemente superior a la media: m谩s del doble en las categor铆as iniciales y crecientes divergencias en los puestos jer谩rquicos". Agreg贸 como dato negativo que en las localidades petroleras "escasean las propuestas art铆sticas o deportivas, pero abundan los casinos".

Dijo que en las investigaciones realizadas ning煤n entrevistado reconoci贸 sufrir en forma directa los inconvenientes de las adicciones, pero "todos coinciden en conocer casos, o por lo menos saber de la existencia de la problem谩tica. La soledad, el desarraigo, la lejan铆a de la familia o largas jornadas laborales son los motivos que se reiteran en los testimonios recogidos", se帽al贸.

FALTA CONTENCI脫N

El abuso en el consumo de alcohol y el uso de drogas constituyen un fen贸meno que crece en la poblaci贸n en general. Lamentablemente, son pocas las empresas que hacen algo al respecto, y mucho menos desde el Estado. En la industria petrolera el problema se ve agravado porque el joven ingresa a trabajar y r谩pidamente se encuentra con un buen sueldo, un horario de trabajo rotatorio, pasando varios d铆as alejado de su familia, en un pueblo que est谩 armado para sacarle dinero, con una oferta de mujeres, alcohol, juego y drogas. 

Adem谩s, los d铆as de descanso que tiene en su casa no tiene mucho para hacer y le cuesta reinsertarse. Los resultados son, entre otros, el consumo de sustancias psicoactivas y, luego de un tiempo variable para cada sustancia, la dependencia.

Los problemas aparecen antes de llegar a la dependencia, pero no siempre son detectados y atribuidos al consumo. El Estado y las empresas deben trabajar en forma conjunta para revertir este complejo panorama: prevenci贸n, modificaci贸n de horarios, ocupaci贸n del tiempo libre del trabajador y refuerzo de los servicios de tratamiento, a los cuales siempre se llega tarde.

*M茅dico especialista. Creador del Servicio de Adicciones del Hospital Castro Rend贸n.