Está acostumbrado a la "rosca", a las densas asambleas, a reuniones ásperas y a la compañía permanente. Esta vez llega solo y responde sin rodeos. Por primera vez confirma lo que se especuló por años y nunca ocurrió: deja la conducción del poderoso sindicato de Petroleros Privados. El camino de la sucesión no será sencillo. Lo sabe y por eso lanza un mensaje de unidad para evitar la sangría interna luego de 32 años de una conducción férrea, prácticamente sin oposición. Por un momento baja la guardia, corre la política de su discurso y asegura que, a los 72 años, quiere "disfrutar de la familia". En diálogo con "Río Negro Energía", Guillermo Pereyra, senador del MPN, mano derecha del camionero Hugo Moyano y actor político de peso en Neuquén, saldrá de uno de los gremios más poderosos del país.

No duda de que continuará vinculado al sindicato, pero anticipa que quiere dejar de tener "tantos" cargos. Para reemplazarlo suenan Marcelo Rucci (intendente de Rincón de los Sauces) y Ricardo Astrada (el número dos). Pereyra no descarta a ninguno. Sin embargo antes de que eso pase, dice, hay que llegar a marzo del año que viene: la situación petrolera es complicada y anticipa un ajuste.

-¿Tiene pensado dejar la conducción del sindicato?

-Sí, el año que viene. Ya se lo anuncié a mis compañeros, que están haciendo un gran trabajo. Son compañeros que se han profesionalizado. Estamos capacitando permanentemente a grupos de delgados en la conducción.

-¿Seguirá la misma comisión directiva?

-Quien quiera ser secretario general tendrá que armar su propia comisión .

-Parece haber dos sucesores naturales, Rucci y Astrada...

-Los dos son muy buenos. Marcelo Rucci tiene un liderazgo impresionante en un sindicato disperso y complicado. Es lo que hay que tener, si no terminamos como en el sur, con una anarquía total, con nueve listas para una elección. Gana uno y al otro día se pelean todos.

-Cómo es el mecanismo para sucederlo, ¿habrá elecciones?

-Se tienen que poner de acuerdo los compañeros. Yo estaré ahí para que se pongan de acuerdo. Pero habrá libertad para que se presente alguien de afuera si así lo desea.

-¿Se retira definitivamente o va a seguir vinculado al gremio?

-Voy a seguir adentro de la estructura, en la obra social, en la mutual. Tenemos lista la ART propia de la cual soy el presidente. Es un trabajo intenso. Hay que retirarse a tiempo. Es momento de disfrutar de la familia y los nietos.

-¿Cómo ve la actualidad del sector? Hay un ajuste en puerta...

-No lo puedo entender. Hay una caída del precio internacional (del crudo) que no tiene por qué golpear como está golpeando la Cuenca Neuquina. Tenemos un precio sostén con el que no tendría que haber ningún tipo de problemas. Yo creo que a partir del próximo año, en marzo, se irá aclarando todo si se mantiene el precio sostén. Porque no es ningún peso adicional para el próximo gobierno, ya que esto lo pagan los consumidores en el surtidor.

-¿Qué espera que pase hasta marzo?

-Tiene que haber grandes acuerdos para que no haya despidos. Estuve con el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli (Pereyra apoya a Sergio Massa), y fui a pedirle una ayuda para acordar con todos los sectores. Lo que tenemos que transitar es el camino más difícil que nos queda. Por eso hay que aprovechar todo este tiempo para poner al día francos compensatorios que son muchos. Hay compañeros a los que les deben 1.000 francos compensatorios.

-Los empresarios aseguran que el costo laboral es alto en el país...

-No. Acá el promedio salarial es de 30.000 pesos, algún sector por su sistema de liquidación puede que esté más alto, pero si llevás el promedio a dólares no son más de 3.000.

-Pero hay un idea de que el petrolero gana bien.

-Tiene condiciones laborales dignas. Tiene su descanso, su rotación. Tiene su obra social y todas otras cosas que lo hacen vivir dignamente, pero otra cosa no hay.

-¿Cómo es el humor en los yacimientos?

-Los trabajadores están temerosos. Yo en cada una de las salidas les pido que por favor estén tranquilos. Estamos trabajando, por eso les repito que no den lugar a nada y que cumplan con su trabajo. Que no falten por faltar. Si hay una reducción de jornada, es en las empresas más chicas, pero la estamos peleando. Para eso estamos.

"LAS CONQUISTAS NO SE DISCUTEN"

-¿Va a haber cambios en las condiciones laborales?

-Tenemos un convenio colectivo que está vencido y las empresas no lo quieren discutir. Hay que preguntarles por qué no lo quieren discutir. Podemos pasar etapas difíciles, pero no ceder los que ya son derechos adquiridos y lo que ya se firmó.

-Hay empresas que están buscando nuevos esquemas para bajar los costos. Los diagramas, por ejemplo, ¿se van a discutir?

-No, eso no. Son conquistas que llevaron mucho tiempo, muchas peleas y que están bien fundamentadas. No podemos volver para atrás.

-¿Le cuesta contener a las bases? Hay mucho enojo...

-Pero está bien que sea así. Nosotros hemos contenido a la gente, no miramos para otro lado. Cuando liquidaron mal las empresas ahí vino el enojo porque les habían bajado el salario y lo hicieron unilateralmente. Pero fue el mismo el gremio el que mandó a parar la actividad.