Petrobras optó de nuevo por congelar, por lo menos hasta el año próximo, su salida del mercado local a través de la venta del 65% del capital de Petrobras Argentina (PESA) mientras que el resto cotiza en el mercado bursátil. Luego de haber negociado durante varios meses con grupos locales entre los que se encontraba YPF, desistió de seguir las conversaciones.

Es que el clima político que se vive actualmente en el país que preside Dilma Rousseff y el insospechado alcance que tendrá la causa de corrupción conocida como Lava Jato, sumado a la campaña electoral para reemplazar a Cristina Fernández, terminaron por conspirar para que su decisión de salir de Argentina entre en un manto de dudas.

Ocurre que no solamente YPF se bajó de la pelea. También lo hicieron el resto de los grupos empresarios que habían acercado propuestas por PESA, como Pan American Energy (PAE); Pluspetrol y Tecpetrol (Techint). Ninguno estuvo dispuesto a pagar el dinero que Petrobras pedía por su filial local, más de u$s 1000 millones.

Tampoco fueron bien vistas varias de las las condiciones impuestas por la petrolera para desprenderse de 30 reservas petroleras en Neuquén; la refinería de Bahía Blanca, más de 100 estaciones de servicio; acciones en Transportadora Gas del Sur (TGS), la central térmica Genelba y la hidroeléctrica Pichi Picún Leifú. También tenían cartel de venta varias plantas petroquímicas en Bahía Blanca (MEGA) y Santa Fe.

La venta de sus activos en Argentina forma parte de un proceso de desinversión global por más de u$s 15.000 millones encarado por Petrobras el año pasado para reducir su presencia en varias regiones del mundo durante el período 2015-2016.

Sin embargo, a principios de semana, la casa matriz de Petrobras comunicó oficialmente que de dicho plan de desinversión, este año solamente se iban a concretar operaciones por u$s 700 millones, cifra mucho menor a la que la petrolera pretende obtener por su negocio en Argentina. Esto permite inferir que la decisión de postergar, por lo menos hasta el año próximo su salida del mercado petrolero argentino, ya fue tomada por el presidente de Petrobras, Adelmir Bendine.

El ejecutivo asumió el control de la petrolera en febrero con la orden de refundar la compañía involucrada en un caso de corrupción, lavado de dinero, coimas y financiamiento ilegal de la campaña electoral de Dilma Rousseff que ya le costó el puesto y la cárcel a varios de sus ex directivos.

Mientras tanto, desde el Grupo Indalo, propiedad del empresario Cristóbal López, aseguraron estar dispuestos a negociar una cifra mayor a la ofrecida por YPF "siempre que la convocatoria sea más amplia de lo que fue hasta ahora, solamente reservada para pocos grupos". Así lo admitieron a El Cronista fuentes del holding dueño de la petrolera Oil Combustibles que en 2010 ya negoció con Petrobras la compra de una refinería y una parte importante de la red de estaciones de servicio.

Ahora tiene intenciones de sumar los activos restantes, ya que había un acuerdo firmado con Petrobras que obligaba a la petrolera brasileña a informarle sobre cualquier oferta que reciba en Argentina por el resto de sus activos. Así se aseguraba poder igualar o superar esa propuesta. Además entró al capital de PESA, que le permite estar atento y opinar, como accionista minoritario.

Sin embargo, en los últimos días el clima empresarial, económico y político en Brasil comenzó a empeorar al punto que quienes están a cargo de la venta enfriaron las negociaciones y optaron por pedir más dinero a modo de encontrar una excusa válida para evitar tener que informar oficialmente su decisión de freezar la transacción, por lo menos hasta que "soplen nuevos vientos".

Esto provocó la salida de YPF, tal como informó el diario La Nación. La petrolera estatal argentina negociaba una oferta global para después vender activos a las otras empresas que participaban del road show como Pluspetrol y Tecpetrol, que habrían mostrado ineterés en sumar los 3180 metros cúbicos diarios de crudo de PESA.

Otras se mostraron interesadas en las reservas petroleras y no el segmento de refinación y distribución. A esta negativa de YPF se sumaron en los últimos días el resto de los potenciales compradores. De esa manera, solamente quedaba una carta por jugar: pactar nuevamente con Cristóbal López. Sin embargo, en el Grupo Indalo confirmaron a este medio que tampoco siguen en carrera. En Argentina, Petrobras ocupa el cuarto lugar como productor de crudo del país, con una oferta de 3.180 metros cúbicos diarios del hidrocarburo.