Entre las inversiones que podrían caracterizarse como de “riesgo�, la actividad minera resulta ser una de las más riesgosas. En efecto, la actividad minera es riesgosa no sólo por la cantidad de años en los que se desarrolla un proyecto, cuya factibilidad requiere una estabilidad que perdure en toda su explotación, sino además porque una escasísima cantidad de los proyectos prospectados y luego explorados alcanza una magnitud de reservas de mineral que justifican la concreción de un proyecto de explotación.

Estos capitales de riesgo requieren, al menos, de reglas de juego claras, y este elemento subestimado por muchos, resulta vital a la hora en que los inversores eligen el destino de sus capitales.

Por ello es que no es casual que el Diario La Nación haya informado recientemente que la provincia de Salta es el destino de la mayoría de las inversiones que se han anunciado desde Diciembre de 2015, tomando los datos de la nueva página web del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Nación (conforme lo aclara el mencionado diario).

En el informe se menciona que los sectores manufacturero y minero son los que encabezan los anuncias de inversión.

Y es que Salta no sólo cuenta con recursos naturales que justifican un alto nivel de expectativas respecto a la permanente llegada de inversiones, sino que además la provincia ofrece un nivel de estabilidad política que la vuelve atractiva para los inversores. En dicha provincia se podrá discutir si el gobernador es Romero o Urtubey, pero todo el arco político provincial ha comprendido la imperiosa necesidad de ampliar la matriz productiva de la Provincia y desarrollar políticas de estado a través de acuerdos entre los diversos sectores.

El gobernador Urtubey, en este caso ha sabido generar la masa crítica necesaria para alcanzar los acuerdos que resultan imprescindibles para que la especulación política no ahuyente inversiones, poniendo a los intereses provinciales por encima de las mezquindades cortoplacistas marcando un camino que parece ineludible para el resto de las provincias que requieran de capitales que movilicen sus economías regionales.

En el pasado mes de Marzo la Provincia del Chubut suscribió una serie de convenios por los que la Provincia de Salta se comprometió en brindar asistencia técnica en diversas áreas del estado.

Parece propicio este espacio de cooperación para profundizar el análisis sobre las reglas de juego que le han permitido a la Provincia de Salta encabezar la atracción de inversiones en este último tiempo intentando que Chubut siga el camino desandado por la provincia norteña.