La incertidumbre de la producción en los principales productores, la caída en las reservas de Estados Unidos y algunos movimientos en los actores centrales del sector motivaron una suba sostenida en el valor del barril de petróleo tipo Brent durante esta semana, que ayer llevó el crudo por encima de los 80 dólares, nivel que no alcanzaba desde noviembre de 2014. En lo que va de 2018 la revalorización es cercana al 20%, por encima del 17% que subió durante 2017. 

Para la producción neuquina, el alza de precios del crudo es una noticia alentadora. Tanto como la devaluación que se produjo del peso respecto al dólar, ya que una parte importante de los costos de las petroleras está en pesos, como la mano de obra en los yacimientos. La combinación de ambas variables podría influir en la aceleración de la extracción de petróleo en la cuenca neuquina. Con un valor por encima de los 60 dólares, algunas empresas sostienen que es redituable producir en determinados yacimientos. 

Al mismo tiempo, y en caso de haber mayor producción, el valor tendrá impacto en la recaudación provincial a través de las regalías, que hoy conforman cerca del 25 por ciento del presupuesto de la provincia. Al mismo tiempo, Neuquén tiene un buen precio para el gas, el segmento de la producción por el que las petroleras se habían volcado luego del derrumbe del barril. 

A través del Plan Gas, hay un horizonte de precios para el fluido que mantuvo cierto nivel de inversiones que permitió mantener, con algunos altibajos, la actividad . 50% del crudo que se extrae en la cuenca neuquina sale de la formación Vaca Muerta.