El concejal Gabriel Valenzuela (PRO) describió la ciudad como rodeada de pozos petroleros. "Escuelas, canchas de fútbol, viviendas, todos cercados por equipos de perforación", aseguró. Además sostuvo que "hay que empezar a tomar conciencia de esa situación más allá de los beneficios".

"El petróleo nos deja ingresos impresionantes para poder sustentar los servicios pero también tenemos que pensar que hay un fenómeno que se está dando y queda a la vista con el cambio climático, que nos tiene que por lo menos hacer pensar qué es lo que pasa", consideró Valenzuela.

Para el concejal, las organizaciones sociales, empresariales y el Estado deberían generar mayores controles sobre las empresas petroleras para resguardar el cuidado del medioambiente y, por consiguiente, de las personas.

Por su parte, la concejal Marisa Torres San Juan (Movimiento Ciudadano Activa) consideró que "hay una diferencia muy importante entre los beneficios que reciben financieramente tanto las empresas como el Municipio, contra lo que beneficia a los niños y adolescentes que están expuestos a los pozos".

Las escuelas de la ciudad que tienen a escasos metros pozos de gas son la 266 del barrio Los Hornos, la 234, sobre la calle Río Colorado que divide esta localidad de Neuquén, y el CPEM 56 en el barrio 108 Viviendas.

Torres San Juan contó que muchas veces las empresas petroleras "acuerdan con vecinos o comisiones vecinales beneficios para su barrio sin asesores técnicos ni legales del Municipio de por medio".

Para Marcos Bonzini (FRIN), "nadie puede decir que es favorable tener un pozo petrolero cerca de un lugar urbano". Sin embargo, puntualizó que "acá hay una cuestión de política macro sobre cómo organizar la urbanización. Por supuesto que debería haber más controles, pero es la Provincia la que los debe llevar adelante".

Juan Pablo Mellado (MPN) manifestó que se deben realizar análisis de impacto ambiental de los pozos y privilegiar a la población que en muchos casos se instaló en ese lugar con anterioridad. (...)