El presidente y CEO de la compañía, Horacio Marín, busca que esos campos pasen a ser explotados por operadoras más pequeñas o independientes que puedan darle continuidad a la actividad.

La información proporcionada por Santander es el primer paso con las posibles empresas compradoras, que en caso de ratificar el interés inicial deberán firmar un acuerdo de confidencialidad para poder acceder al data room con los datos técnicos y económicos de las áreas, así como también a las condiciones de venta que definió YPF. Posteriormente, las compañías interesadas tendrán una extensión de treinta días para formular ofertas concretas por cada una de las áreas.

Tras la aprobación del Directorio de YPF para desprenderse de las áreas, se detalló cómo quedaron integrados los clústers (grupos) de bloques en cada una de las empresas.

Según el informe, YPF determinó que en un mismo cluster convivan áreas de mayor interés con otras que tienen menor potencial, para desprenderse no sólo de los yacimientos productivos, sino también de áreas menos atractivas.

En Mendoza, YPF aspira a retirarse de caatorce áreas convencionales, que fueron divididas en tres clústers: Mendoza Norte, con producción total de 11.725 barriles diarios de petróleo (bbl/d) y 99 km3/d de gas, mientras que Mendoza Sur y el clúster Llancanelo cuentan con las áreas Llancanelo y Llancanelo R y produce 1.818 bbl/d de petróleo y 2 km3/d de gas. Por su parte, Río Negro tiene dos campos y Chubu, cinco campos.

La provincia de Neuquén (siete áreas) tiene Neuquén Norte, que agrupa los campos maduros Señal Cerro Bayo, Volcán Auca Mahuida, Don Ruiz y Las Manadas y produce 2.665 bbl/d de crudo y 121 km3/d de gas; y el clúster Neuquén Sur, con Al Norte del Dorsal, Octágono y Dadin y tiene una producción de petróleo de 1.266 bbl/d y 419 km3/d de gas.

Por último, Tierra del Fuego (dos bloques) tiene las áreas en un mismo cluster (TDF), con los campos Poseidón y Magallanes, con una producción de 1.693 bbl/d de crudo y 1.131 km3/d de gas.