La suba tan pronunciada en poco tiempo tuvo su lógica consecuencia en los surtidores . Según un informe de la Secretaría de Energía, en enero, el consumo de naftas y gasoil en Estaciones de Servicio cayó 5.76 por ciento respecto al mismo mes del año anterior (1466484 m3/1556128m3). 

El registro, si bien no refleja los pronósticos más pesimistas que auguraban un derrumbe mucho mayor de los despachos, marca un punto de inflexión en el sector , que -a caballo de valores congelados- venía experimentando subas constantes. Lo que sí fue un severo golpe, fue el desplome de la demanda de la nafta de mayor calidad , de 22.67 por ciento. 

El dato no sería quizás tan preocupante si los litros perdidos hubieran migrado a la súper, pero los números marcan una realidad bien distinta: las ventas interanuales de este producto se mantuvieron inalterables, lo que refleja la decisión de los consumidores de no usar el auto y optar otras alternativas de movilidad. 

La situación del resto de los derivados acompañó la tendencia a la baja: -7.5 por ciento para el caso del diésel Premium y -3.8 para el gasoil El balance intermensual tampoco fue alentador . Comparando enero 2024 con diciembre 2023, se produjeron declives del 15.24 en el consumo de la nafta Grado 3; 5.36 en la súper; 7.3 en el diésel Premium y 6.96 en el gasoil Grado 2.

 Entre las empresas, solo YPF fue la que marcó la diferencia : Sus ventas escalaron 2.89 por ciento, en tanto que Shell retrocedió 15.51 por ciento; AXION energy, 14.34 por ciento y Puma Energy, 14.70 por ciento.