La situación petrolera en la provincia de Santa Cruz es cada vez peor y el gobierno local ya advierte que, en poco tiempo más, puede haber un conflicto social generalizado. Los operadores de la zona han dejado de perforar por falta de rentabilidad y altos costos. El trabajo petrolero constituye una de las principales fuentes de sustentabilidad laboral en algunas zonas de la provincia.
Según el portal santacruceño OPI, las empresas contratistas que se ocupan del servicio están bajando las torres y el personal, junto a las empresas que viven dando servicio logístico a los equipos, quedan en la calle. “Si esto sigue así, hay temor que se incremente la desocupación y se corte la cadena de pagos”, explican.
“Desde hace unos meses a esta parte se observa el desmantelamiento de torres de perforación, que no es otra cosa que el abandono de las tareas de apertura de pozos. A esto hay que agregarle la falta de prospección y exploración, lo que trae aparejado una menor actividad productiva y, con ello, la consiguiente desocupación y el irremediable impacto que tiene sobre la economía secundaria que gira en torno a la industria petrolera”, describe OPI Santa Cruz.
Uno de los problemas más graves que se está dando es la falta de inversión por parte de las empresas multinacionales y esto trae aparejado el incumplimiento de los contratos que se hicieron con la provincia, donde el eje fundamental de ese compromiso era asegurar las fuentes laborales, entre otras cosas.
Fuente: Perfil
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