“Se derrumba la economía de la provincia”, dijo Guillermo Pereyra, no son solo puestos de trabajo. En muchas empresas chicas la situación es crítica y afecta a todo el comercio en general. Con la conciliación obligatoria que impuso el Ministerio de Trabajo, durante 10 días no se podrá despedir a nadie ni hacer paro.
El Ministerio de Trabajo dispuso una tregua de diez días hábiles para tratar de acercar posiciones entre las empresas y el sindicato. El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas de Río Negro y Neuquén, Guillermo Pereyra, expresó que “vamos a seguir todos los pasos legales para resolver el conflicto”.
Este lunes hubiera comenzado un paro, en principio, por 24 horas. En un comunicado de prensa, el sindicato indicó que, luego de reiterados intentos de diálogo y ante el inminente envío de miles de telegramas de despido, comenzarían con esta medida de fuerza que afectaría la producción de petróleo y gas. En caso de no obtener respuestas positivas, iban a repetir el paro los días 2 y 3 de abril. En Rincón de los Sauces se realizó una masiva asamblea donde apoyaron la medida.
A raíz de esta situación, el Ministerio de Trabajo de la Nación, a través de su delegación en Neuquén, dictó la medida el mismo día, por la noche, después de conocer la decisión del sindicato. El paro había sido convocado en virtud de que el gremio había detectado el despido de 300 trabajadores y tenía información de que se recibirían otros 1.000 la próxima semana.
La delegada regional del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad, María Magdalena Maldonado, tomó intervención en el conflicto y dictó la "conciliación obligatoria" por un plazo de diez días. Para ello, y a partir de las cero horas del lunes 30 de marzo, encuadró el conflicto entre las empresas que integran la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) y de la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE) y los dos sindicatos.
Se consideró la presencia de un "conflicto colectivo que afecta la actividad de exploración y producción de hidrocarburos en Neuquén y Río Negro", y en tal sentido, se deben disponer las medidas pertinentes "para promover una solución pacífica y legal del conflicto planteado en el marco de la competencia de esta autoridad".
Se intimó a los dos gremios a dejar sin efecto la medida de fuerza y que se mantengan los servicios de forma normal. Mientras que a las operadoras se las obligó a abstenerse de tomar represalias contra los dirigentes gremiales y los trabajadores y que se garantice la intangibilidad salarial de los trabajadores.
Desde CEIPA (Cámara de Emprendimientos Industriales, Petroleros y Afines) enfatizaron la solicitud para que los gobernadores de Neuquén, Jorge Sapag, y de Río Negro, Miguel Saiz, en forma "inminente", tomen intervención ante el actual panorama. "Nos encontramos al borde del cierre de algunas tradicionales empresas locales y el consecuente despido masivo de 1.000 obreros vinculados al petróleo", dijeron.
"En función de la escasa respuesta recibida por las principales productoras de hidrocarburos que operan en la región, en procura de sostener las ya comprometidas fuentes de trabajo, se continúa desmembrando a empresas regionales bajo el escudo de la crisis", añadieron. No desconocen la crisis pero consideran que podría resolverse "con menos impacto socioeconómico".
Guillermo Pereyra indicó que, si bien son 10 días hábiles y, posteriormente, en caso de no llegar a un arreglo, 5 días más, por ley, luego de dicho plazo, cosa que esperan no ocurra, se podría efectivizar el paro. Con esto se podría llegar hasta fin de abril.
Fuente: Diario La Mañana Neuquén
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