El descubrimiento de petr贸leo de calidad anunciado por Rockhopper en la cuenca Malvinas Norte (2744 metros de profundidad) tras una perforaci贸n exitosa todav铆a requiere informaci贸n adicional para saber si se trata de un yacimiento comercialmente explotable. La estrategia argentina para establecer una negociaci贸n que atienda nuestro reclamo de soberan铆a deber铆a proceder como si lo fuera. En una publicaci贸n especializada de noviembre del 2009, Desire Petroleum, otro licenciatario que explora en la misma cuenca Malvinas Norte, con resultados hasta ahora negativos, hizo saber que un descubrimiento de 50 millones de barriles en la zona pod铆a explotarse con un precio de petr贸leo de 56 d贸lares por barril. Si el volumen de las reservas descubiertas alcanzaba los 400 millones de barriles, bastaba un precio de 46 d贸lares.

Tengamos en cuenta que un yacimiento petrolero se considera gigante cuando supera los 1000 millones de barriles de reserva probada. Es decir, con un descubrimiento de no mucha importancia relativa y pese a que los costos de explotaci贸n en la zona son muy elevados, la actividad productiva ser铆a viable con los actuales valores de cotizaci贸n del crudo. Esto se entiende a partir del generoso reparto de renta petrolera asegurado por las licencias otorgadas por las autoridades de las islas. Por cada d贸lar de renta potencial (diferencia entre precios y costos) la empresa se queda con m谩s del 50%. El resto lo apropia el gobierno (government take). Si otra fuera la distribuci贸n de la renta, es muy posible que esas aguas en conflicto y de alto riesgo exploratorio no hubieran encontrado inversores dispuestos a asumir la empresa de investigar el potencial de sus cuencas.

Es dif铆cil pensar que fondos del Tesoro ingl茅s, que hasta ahora se hacen cargo del presupuesto de defensa de las islas, hubieran suplido la ausencia de esos capitales privados. La apropiaci贸n y el reparto de la renta del petr贸leo y el gas rigen el negocio petrolero en todo el mundo. El enfoque de la renta en la exploraci贸n y explotaci贸n del petr贸leo que puede existir en nuestro mar continental, y que es posible que comience a explotarse en aguas en conflicto de Malvinas, deber铆a constituir el eje de una nueva estrategia para negociar con los ingleses. El planteo lo hicimos con Daniel Kerner, del prestigioso Eurasia Group, en una nota de opini贸n conjunta que public贸 The Guardian (4/04/10) y que resumi贸 Clar铆n en su columna "C贸mo nos ven" (6-04-10).

All铆 avalamos la necesidad argentina de dificultar las tareas de exploraci贸n y explotaci贸n de petr贸leo (y/o gas natural) en las aguas jurisdiccionales en conflicto, as铆 como la postura de establecer la opci贸n "o con nosotros o con ellos". Sin embargo, descartado cualquier conflicto b茅lico, justificamos el endurecimiento de la posici贸n argentina en el objetivo de sentar a las dos partes en conflicto a iniciar una ronda de negociaciones. Bajo el paraguas de la soberan铆a, las negociaciones deb铆an orientarse a la discusi贸n de la renta del petr贸leo que puede extraerse de la zona en conflicto. La dificultad log铆stica que impone la restricci贸n argentina (y que hay que procurar extender a la log铆stica de la regi贸n), afecta los costos y disminuye la renta por barril.

Si los brit谩nicos accedieran a discutir la distribuci贸n de la renta de la explotaci贸n en las aguas en conflicto, Argentina podr铆a poner sobre la mesa de negociaci贸n la flexibilizaci贸n del uso log铆stico y, con ello, reducci贸n de costos y aumento de la renta a repartir. Ambos ganan, y los propios habitantes de las islas podr铆an interesarse en este enfoque cooperativo. Pero la estrategia argentina necesita otra acci贸n concomitante. Hay que sembrar de derechos el mar continental argentino, todav铆a subexplorado y sin conflictos jurisdiccionales. Los 8 ex Secretarios de Energ铆a de distintas administraciones de la democracia, que hemos convergido en un documento de consensos para tener una pol铆tica de Estado en el sector, tambi茅n hemos suscrito otro documento instando al Gobierno Nacional y a las fuerzas pol铆ticas con representaci贸n parlamentaria a sancionar un proyecto de ley para promover una nueva pol铆tica exploratoria en el mar argentino.

La pol铆tica exploratoria debe ser convocante de inversores nacionales y extranjeros, con 茅nfasis en los de la regi贸n. Ac谩 de nuevo aparecer谩 el ejemplo de la experiencia comparada en los mecanismos de apropiaci贸n y distribuci贸n de renta. Habr谩 que considerarlos. Es cierto que hasta ahora la intervenci贸n de ENARSA (que monopoliza los bloques exploratorios offshore) ha sido parasitaria, pero tambi茅n hay que aceptar que las retenciones, los controles de precios y la discrecionalidad que afecta esta industria y su renta han sido disuasivos de inversiones de alto riesgo. Frente al hecho consumado en territorio irredento, sumemos a la leg铆tima protesta acciones conducentes a que la contraparte se siente a negociar.

Fuente: Clar铆n

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