Luego se podrá discutir si la inversión será pública, privada o mixta. Pero invertir, hay que invertir. El ex Ministro de Energía, Alieto Guadagni, señaló que durante estos años se consumió gran parte del capital energético que tenía la Argentina. "Los Kirchner dicen que acumularon 50.000 millones de dólares de reservas en el Banco Central. Pero no dicen nada que se consumieron en el mismo tiempo 146.000 millones de dólares de reservas. Esa cifra representa un 41,7% del PBI de este año", dice el ex Secretario de Energía. Para Econométrica, entre 2003 y 2010 se consumieron y no se repusieron 100 millones de metros cúbicos de petróleo (que suman 50.000 millones de dólares), 313.000 millones de m3 de gas (142.000 millones de dólares) y 3500 MW de electricidad (14.000 millones de dólares).

El panorama para los próximos años es motivo de alerta para todos los especialistas que miran el futuro energético. En un informe sobre reservas del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, pone el acento en el acortamiento del horizonte de reservas. Por caso, en 1970, la Argentina tenía reservas probadas de petróleo por 17,2 años. Esa cifra empezó a disminuir, llegó a 14,4 años en 1987 y actualmente está en 11. Los datos de gas son peores. Siempre de acuerdo con lo que publica el Instituto General Mosconi, en 1970 estaba asegurado el suministro por 22,3 años. Esa ventana aumentó a 34,8 años en 1988 y desde entonces es una carrera descendente. En 1995 era de 20,3 años y en 2000 de 17,2. Desde que Néstor Kirchner llegó al poder el horizonte se acortó: en 2003 era de 12 años y en 2010 es de 7,8.

De a poco, el Gobierno ha ido perdiendo la tan trabajosa autosuficiencia energética. "Ahora somos importadores de energía", dice Francisco Mezzadri. El barco regasificador que ancla ya casi continuamente en el puerto de Bahía Blanca, el gas de Bolivia, la energía eléctrica que se compra a Brasil, el fueloil venezolano y algún que otro barco de gasoil que se tuvo que adquirir son claros ejemplos de lo que sucede en la Argentina de las urgencias energéticas. "La Argentina se muestra incapaz de autoabastecer su demanda. Necesita recurrir en forma creciente a la importación de combustibles", finaliza el instituto Mosconi.

Fuente: La Nación

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