La noticia doblemente alentadora pues además de aportar a la necesidad que tiene todo el sistema argentino, la planta de agua pesada de Arroyito tendrá garantizada la entrega del refrigerante. En una etapa en la que ya se abordan detalles para la finalización el proyecto habrá demandado desde fines del 2006 recursos por un equivalente de 1.800 millones de dólares. La finalización de las obras de construcción de la usina atómica de Atucha II figuró durante tres décadas como uno de los proyectos que más se demoró, junto con los trabajos de elevación de la represa hidroeléctrica de Yacyretá. Los orígenes de esa central se remontan a mediados de 1980 durante la dictadura militar.

Fuente: Diario Río Negro

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