“Les puedo asegurar, hemos hecho lo mejor posible... tendremos éxito. ¿Cuándo? No lo sé”, dijo el presidente Sebastián Piñera en breves declaraciones a la prensa tras reunirse ayer con familiares de los mineros atrapados en la Mina San José, a unos 850 kilómetros al norte de Santiago. El ministro de Minería, Laurence Golborne, fue parte de la comitiva presidencial, integrada también por la escritora Isabel Allende, quien llego al país el 16 de septiembre para participar por actos del bicentenario de la independencia de Chile. “Viajo por todo el mundo, en todas las pantallas de televisión está la imagen de los mineros, la gente les manda mensajes, de agradecimiento a quienes trabajan en las operaciones de rescate y a los que están arriba”, dijo la escritora.

El mandatario y Golborne esquivaron calcular el tiempo que podría demorar la nueva máquina en llegar a los 700 metros de profundidad en que quedaron los mineros el 5 de agosto. Pero si no hay problemas mecánicos en la maquina petrolera y todo marcha bien, el equipo que comenzó a perforar en la jornada podría llegar hasta los mineros con una apertura suficientemente amplia para su salida en unos 28 días, es decir, a mediados de octubre. “No sabemos cuál va a llegar (de las tres perforadoras) pero sabemos una cosa, con la ayuda de Dios van a llegar”, dijo Piñera. El presidente habló con los mineros a través de un sistema de video conferencia instalado por técnicos enviando al fondo del socavón cables y otros equipos a través de un tubo. Aparte del trabajo de las cuadrillas de rescate, con un total de unos 200 hombres, que intentan evacuar al grupo sepultado ahora por 47 días, el resto de los mineros en la superficie lleva otra lucha: lograr que le reconozcan sus salarios y regularizar su situación laboral.

Les han ofrecido trabajos, pero no pueden aceptarlos porque si renuncian pierden una indemnización legal por antigüedad que deben pagar los dueños de la minera San Esteban. Distantes de la angustia laboral en la superficie, los 33 atrapados mantienen un estado emocional “muy positivo” sin experimentar “ni furia, ni rabia”, dijo Claudio Ibáñez, psicólogo especializado en atención de personas sometidas a situaciones extremas. Ibáñez forma parte de un equipo de seis psicólogos que está en contacto con los mineros. “Lo peor ya pasó y ellos lo saben”, dijo Ibáñez en alusión a la incertidumbre de los primeros 17 días, antes de que una sonda llegara al refugio donde se encuentran. El jefe del grupo de psicólogos Alberto Iturra, señaló que ya están preparando a los trabajadores para enfrentar el momento del rescate y salida de la mina San José, cuando piensan que serán asediados por los medios.

Fuente: Diario Río Negro

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