La adjudicación de las áreas -que ya se daba por hecha desde hace un par de meses- fue confirmada a través del boletín oficial de la provincia donde se detalló que Exxon Mobil será la concesionaria de las áreas Bajo del Choique y La Invernada. La empresa, que debió conformar una firma local, invertirá alrededor en una primera etapa alrededor de veinte millones de dólares, tal fue las cifras que se manejaron este año en Houston cuando se pusieron en contacto con funcionarios provinciales. Para Neuquén es una noticia importante pues se trata nada menos que de la empresa más importante del mundo, que llega a partir de una gestión de encabezaron en Estados Unidos el propio gobernador Jorge Sapag y el titular de la empresa provincial Gas y Petróleo (G&P) Rubén Etcheverry.

Hasta ahora Exxon Mobil sólo tenía presencia en la Argentina en el negocio de refinación y comercialización mediante su marca Esso. El gobierno provincial espera anunciar el desembarco de Exxon con bombos y platillos y se espera un acto con la presencia de directivos de la multinacional. Hace un par de meses, fue Sapag quien anticipó a la prensa la inminente firma de estas adjudicaciones. Por eso, se estima que una vez que regrese de San Martín de los Andes (donde el domingo se elige intendente) podría definirse la fecha del anuncio oficial. En esa ciudad también está el titular de Recursos Naturales y Servicios Públicos Guillermo Coco, de quien dependen las carteras energéticas. La confirmación de la adjudicación a Exxon es también una buena para la empresa que conduce Rubén Etcheverry.

G&P recibió las áreas ubicadas en Neuquén que en su momento no fueron adjudicadas por el gobierno nacional. Lanzó rondas licitatorias y en una de ellas respondió Exxon. La firma estadounidense se hará cargo de dos de las cinco áreas que fueron declaradas desiertas en los procesos llevados adelante hasta ahora. Bajo del Choique y La Invernada son áreas de mediano y alto riesgo. El atractivo de Neuquén está en el gas, especialmente el de reservorios no tradicionales, tanto por el material de la roca madre (arcillas o arenas compactas) como por la profundidad. El gas que se obtiene de arcillas y de arenas compactas -shale y tigth sands, respectivamente- requiere de tecnología de alta inversión, no sólo por la complejidad de los suelos sino también por la profundidad, entre 2.500 y 3.000 metros.

Fuente: Diario Río Negro

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