
La decisión de reforzar con tubos de acero el túnel es crucial.
Si no se hace, los plazos para el rescate se acortan, pero al mismo tiempo si algo sale mal –como que se atasque jaula en la que serán izados los mineros uno a uno– el daño puede ser enorme, según distintos especialistas.
Una de las tres perforadoras que cavan la roca, la T130 o Plan B de rescate, avanzó ayer hasta menos de 100 metros de donde están los mineros.
Los médicos y encargados de atender a los mineros atrapados desde el 5 de agosto dijeron a los periodistas que recibieron como donación de una empresa de lentes, 35 pares de anteojos. Los mineros deberán cerrar los ojos al acercarse a la superficie y, ya afuera, esos lentes les serán colocados para evitar daño a su vista después de estar más de dos meses en penumbras. Jean Romagnoli, médico y preparador fÃsico de los mineros, agregó que antes de subir, los 33 tendrán que ayunar ocho horas para evitar malestares en la subida. Además de la grúa llegaron, a la mina 16 rescatistas, encabezados por Ovidio RodrÃguez, un ingeniero en minas.
René Aguilar, que dirige el operativo de la jaula o cápsula y de los rescatistas, ratificó que dos socorristas descenderán al fondo del socavón y decidirán el orden de subida de los 33, mientras otros cuatro los recibirán arriba. Hay suficientes rescatistas para realizar turnos de unas 12 horas cada uno. Entretanto, el equipo que maneja las perforadoras recibió en la jornada siete brillantes camiones rojos llegados de Santiago, 850 kilómetros al sur, llevando partes de una gigantesca grúa que puede elevar hasta 400 toneladas, y que bajará y subirá la cápsula, y se usará en el reforzamiento con tubos, o "casing", del túnel.
Fuente: Diario RÃo Negro
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