Sin embargo, también anunció su intención de continuar con la búsqueda de hidrocarburos en aguas argentinas. Desire hizo notar que un pozo bajo observación concerniente a su proyecto Rachel, en las Islas Malvinas, será cerrado y abandonado dado que la compañÃa no pudo recolectar todos los datos suficientes para evaluar la perforación en forma integral. En sintonÃa con esa decisión las acciones de Desire bajaron ayer un 4%, a 88,5 peniques, lo que las ubicó entre las principales perdedoras en la Bolsa de Londres. También se atajó, afirmando que procederÃa a limpiar el pozo.
No obstante esa declamada intención "la limpieza del (pozo) no resultó posible por un desperfecto mecánico (de la perforación) y por lo tanto no será posible registrar datos por cable desde ese sondeo", agregó Desire en un comunicado. La firma británica dijo que se vio incentivada a perforar otro pozo en el proyecto Rachel luego de que datos obtenidos mostrasen cerca de 25 metros de arenas con rastros de petróleo. Cabe destacar que en una veintena de perforaciones efectuadas en aguas de la cuenca Malvinas en distintas décadas en cinco sondeos se ubicaron vestigios de importancia de hidrocarburos pero sin que hicieran sustentable una explotación comercial. Rockhopper Petroleum, otra compañÃa centrada en explorar contra todo viso de legalidad en las Islas Malvinas, posee una participación del 7,5% en la licencia donde se ubica Rachel, mientras que Desire es dueña del resto de la participación accionaria.
La semana pasada las acciones de Desire subieron un 38% tras especulaciones sobre una posible oferta de esa compañÃa que puede juzgarse como un "sello de goma" a hechura de los objetivos y apetencias del gobierno kelper. Lo que los británicos todavÃa no valoran con total claridad es que sus apetencias de lucro en aguas y territorios inmersos en una abierta e indiscutible disputa de soberanÃa no dejará más que acarrearles serios problemas a los capitales ingleses. El Reino Unido tiene que tener cumplidamente en cuenta que por primera vez en 28 años, contados desde el conflicto de 1982, en la Argentina el ex Presidente Néstor Kirchner se definió siempre como un malvinero a ultranza y que la Presidenta Cristina Fernández evidencia similar actitud, por supuesto por completo reñidas con ilusorios "paragüas" de soberanÃa.
Fuente: Infobae
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