
El primer orador fue Mario Wiegers, presidente del capítulo y vicepresidente del Congreso de Ingeniería. “Luego de las crisis petroleras de 1973 y 1979, las principales preocupaciones para el mundo eran la seguridad del abastecimiento del crudo y los precios. Pero ahora entró en escena un nuevo factor, que es la contaminación, con alto impacto en materia ambiental”, comenzó explicando.
En ese sentido, destacó que “la mayor parte de las emisiones contaminantes provienen del sector energético, con lo cual la problemática del suministro y la financiación ya no puede ir escindida de lo medioambiental”.
Wiegers alertó sobras las consecuencias que puede tener el hecho que el 80% de la matriz energética mundial está compuesta por hidrocarburos, escenario que, según pronosticó, “no cambiará sustantivamente durante los próximos 20 o 30 años”. Para graficar, explicó que para poder mantener su crecimiento económico, China debe instalar 1.300 MW cada diez días. “Todo eso lleva a preguntarse si hay gas, carbón y petróleo para abastecer esa demanda, pero también a qué precio y con qué costo ambiental”, reflexionó.
FERIOLI: “LA EFICIENCIA ES UNA NUEVA FUENTE DE ENERGÍA”
El segundo disertante fue Jorge Ferioli, presidente del Capítulo Argentino del Consejo Mundial de la Energía. El especialista relató su experiencia en el reciente Congreso Mundial de la Energía celebrado en Canadá. Contó que allí se puso el foco en analizar las cuatro variables fundamentales que definió el World Energy Council: Availabilidad, aceptabilidad, accesibilidad y accountability. “Los tres primeros son objetivos a cumplir, que entre sí tienen una fuerte tensión, mientras que el cuarto se refiere a las políticas públicas esenciales para diseñar el futuro energético”. En lo que respecta a disponibilidad de fuentes de energía, Ferioli comentó que el surgimiento del shale gas y el renacimiento de la energía nuclear aparecen como las principales esperanzas de los líderes mundiales, en un contexto de “creciente incapacidad para hallar nuevas fuentes de energía”.
Por otra parte, el especialista se refirió a la cuestión de la eficiencia, a la cual definió no sólo como “un arma que nos va a permitir combatir el cambio climático”, sino que directamente puede contársela como “una nueva fuente de energía”. De todas formas, remarcó que “la eficiencia implica importantes avances tecnológicos que, claramente, no todos los países están en condiciones de afrontar”. En lo que respecta al cambio climático, Ferioli dijo que “si bien la conferencia de Copenhague fue vista como un fracaso, en realidad no lo fue”. Justificó su afirmación destacando el hecho que más de 140 jefes de Estado se hayan congregado a debatir el tema y mostraran conciencia colectiva. “Se trata de una condición necesaria para que un futuro no muy lejano se puedan establecer metas concretas en materia de mitigación del cambio climático”, concluyó.
ZAIDAN GAMA: “QUEREMOS CAMBIAR LA MATRIZ ENERGÉTICA DE LA REGIÓN”
La mesa contó con presencia brasileña, por medio de la exposición de Sinval Zaidan Gama, superintendente de Operaciones Internacionales de Electrobras. El funcionario hizo hincapié en las importantes inversiones del gobierno brasileño en materia de hidroelectricidad, destacando que “más del 50% de la matriz energética brasileña está compuesta por fuentes renovables, algo atípico en el mundo”. Con una perspectiva por demás ambiciosa, Zaidan Gama explicó que el principal objetivo de Electrobras es “cambiar la matriz energética de América del Sur y Central”. En ese sentido, resaltó los planes de la compañía en países como Panamá, Paraguay, Ecuador, Colombia y México. “Para reducir las altas emisiones de carbono no queda otro camino que encarar esa reconversión”, enfatizó.
MARTÍNEZ MOSQUERA: “ESTAMOS ANTE UN PLANTÓN DE LA PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO”
“El actual contexto energético impone la necesidad de tomar decisiones muy difíciles”, comenzó explicando Marcelo Martínez Mosquera, quien tuvo a cargo el cierre de la mesa. “Tras 150 años de haber descubierto el petróleo, todavía no hemos podido reemplazar al viejo y sucio carbón de la matriz energética mundial”, reflexionó el director de Tecpetrol. “No adscribo a la teoría del peak oil, pero considero que el mundo está llegando a un punto en el cual la declinación del nivel actual de los yacimientos petrolíferos es cada vez más pronunciada, con descubrimientos que están cada vez más lejos de poder revertir esa tendencia. Estamos ante un plantón de la producción de petróleo”, enfatizó.
Sobre los biocombustibles, opinó que “tienen una significancia muy pequeña en la matriz energética mundial y eso no cambiará en las próximas décadas”. Y agregó que “los biocombustibles no compiten con el petróleo y, si lo hacen, será por una mera coyuntura impositiva favorable”. Finalmente, Martínez Mosquera planteó el dilema de países como India o China, que para seguir creciendo y desarrollándose no pueden prescindir de los hidrocarburos. “De los próximos 100.000 MW que genere la India, un 95% van a ser en base a carbón, porque sencillamente no hay otra manera de sostener ese ritmo de crecimiento a un mayor costo energético. La perspectiva de los países en desarrollo es priorizar el crecimiento y luego ver cómo resolver el problema del cambio climático, si es que se puede”, explicó.
LA PLANIFICACIÓN Y FINANCIAMIENTO DE PROYECTOS ENERGÉTICOS
Otra de las mesas destacadas del capítulo “Energía y Cambio Climático” fue la referida a la “Planificación y financiamiento de proyectos energéticos”. Los especialistas en la temática abordaron diferentes perspectivas relativas al rol del planeamiento y los fondos de financiamiento. Patricio Millán, representante argentino del Banco Mundial, se refirió específicamente a las fuentes de financiamiento internacional para combatir el cambio climático. Millán puso especial énfasis en la perspectiva de los países en desarrollo, cuya disyuntiva actual “no es crecer o no crecer, sino que es crecer con o sin contaminación”, destacando las numerosas posibilidades de crédito que hay en la actualidad.
Por otra parte, Millán lamentó que “las empresas de energía sean las que menos invierten en investigación y desarrollo”, lo cual motivó desmentidas por parte de algunos empresarios energéticos asistentes que pidieron la palabra durante la ronda de preguntas. Por su parte, Gilberto Hollauer, director de Planeamiento Energético de Brasil, expuso sobre el modelo de planeamiento de su país. Desarrolló las importantes iniciativas que se están llevando a cabo en materia de mitigación del cambio climático y resaltó que la principal política de su gobierno en ese sentido es el “fuerte impulso al bioetanol y la hidroelectricidad, sobre todo en la subexplotada cuenca del río Amazonas, con multimillonarias inversiones”.
EFICIENCIA ENERGÉTICA EN TRANSPORTE URBANO
En el marco del capítulo sobre “Grandes Metrópolis y sus Infraestructuras” disertó Frederick Salvucci, asociado de Investigación Senior del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). El título de la presentación fue “Nuevas tecnologías y políticas en relación a la eficiencia energética en el transporte urbano”. Salvucci planteó que “son varios y difíciles los caminos a tomar para reducir las emisiones en materia de transporte y no hay una única cosa que podría hacerse para conseguirlo”. El gran desafío, opinó, es lograr “economía, equidad y medio ambiente al mismo tiempo”.
Para Salvucci, ante todo “habría que reducir el número de automóviles y de millas recorridas”. En ese sentido, fue categórico al afirmar que “es posible tener ciudades donde se pueda tener una vida plena con menos vehículos”. Asimismo, sostuvo que cualquier megaproyecto de ciudad debería apuntar a “ralentizar los patrones de movimiento y reducir la dependencia de los automóviles”. Finalmente, sobre la supuesta revolución que generaría el auto eléctrico, bajó las expectativas al afirmar que “son una buena alternativa, pero de ninguna manera la solución salvadora”.
PRESENTE Y FUTURO DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES
En esta nota presentamos los puntos principales abordados durante la mesa redonda: “Energías Renovables: Presente y Futuro”, que estuvo moderada por Jorge Spitalnik, presidente del Comité Permanente de Energía, y formó parte del capítulo “Energía y Cambio Climático”. El primer orador de la mesa fue Eduardo Guerra, gerente de Marketing & Branding de IMPSA, quien se refirió, entre otros temas, a las perspectivas de desarrollo de las energías eólica e hidroeléctrica a nivel mundial y su situación actual. Comenzó destacando que la energía “es una necesidad que se relaciona con la posibilidad de que un país se desarrolle plenamente”. Explicó que la demanda de energía depende del crecimiento económico: a mayor crecimiento, mayor demanda. “¿Cómo podemos controlar la demanda de energía eléctrica?”, se preguntó. Y señaló que “el único medio de control es la racionalización y la existencia de mercados administrados que no especulen con la energía”.
LA OFERTA ENERGÉTICA HOY
En cuanto a la oferta energética, subrayó que hoy el 87% de la energía consumida en el mundo proviene de fuentes fósiles y que en la Argentina esa cifra asciende al 93%. Por otro lado, aclaró que el 40% de la energía que utilizamos la empleamos en forma de electricidad. “La energía eléctrica es la que más influencia tiene sobre las condiciones socioeconómicas del ser humano. Y hoy vemos que 1.600 millones de personas todavía no tienen acceso a la electricidad”, puntualizó. Explicó que el 81% de la electricidad actualmente se genera a partir de recursos no renovables.
“¿Cuál es la debilidad de estas matrices energéticas?”, se preguntó. “El problema fundamental, aclaró, es que los combustibles fósiles son limitados, generan contaminación ambiental e inciden sobre el calentamiento global”. En este sentido, remarcó la importancia de utilizar las energías limpias: la eólica, la hidroelectricidad y la solar, “que además de ser renovables, no producen contaminación ambiental significativa”. Guerra destacó que hoy “la eólica y la hidroeléctrica son competitivas y que se pueden utilizar masivamente para la generación de electricidad”. En cuanto a la solar, manifestó que “el día que logremos mejorar la eficiencia de las celdas fotovoltaicas, esta se transformará en una fuente fundamental de energía”.
ENERGÍAS LIMPIAS: FUENTES DE FINANCIACIÓN Y POTENCIAL
El ejecutivo de IMPSA explicó que “la clave para el desarrollo de proyectos en energías limpias pasa por tener contratos de compra de energía y contar con una banca de inversión, con elementos financieros propicios para este tipo de proyectos”. En cuanto al potencial, manifestó que estamos viviendo un boom de energías limpias. En el caso de la eólica, “está creciendo a una tasa de 2 dígitos, ya que es una solución socialmente aceptada y los distintos países crearon marcos regulatorios inteligentes para promoverla”.
En cuanto a la hidroeléctrica, aclaró que “sólo hemos utilizado 1/3 del recurso disponible en el mundo” y “que se estima que va a crecer, pasando del 2% actual al 3,5%, en los próximos 10 años”. Con respecto a la eólica, subrayó que “tiene una participación del 1,6% en la matriz eléctrica mundial y que su potencial es 4 veces superior al de la hidroeléctrica, lo que permitirá crecer mucho más”. Por último, concluyó destacando que “IMPSA está creando un cluster de energías renovables, siendo el mayor de-sarrollador de proyectos en este campo en Latinoamérica. Nuestras iniciativas a nivel mundial totalizan unos 15.000 MW (la generación eléctrica en la Argentina no alcanza los 30.000 MW)”.
EL ROL DE LA ENERGÍA SOLAR
A su turno Carsten Ahrens, representante del Instituto de Ingenieros de Alemania y del Consejo Mundial de Ingenieros Civiles de ese país, disertó sobre “La energía solar y su contribución a la resolución de las demandas de energía del mundo”. Comenzó su presentación señalando que las demandas de energía mundial dependen de la población. “Sabemos que en 2008 teníamos 6.500 millones de personas y la demanda anual de electricidad era de de 107.000 terawatt/hora, generados en un 70% por energía fósil”. Y continuó: “Para 2050 tendremos como mínimo una población de 10.000 millones de personas, cuya demanda de energía triplicará la actual y se abastecerá a partir de una mezcla de energías renovables, que cubrirán el 70% de esa demanda”.
En cuanto a la energía fósil, Carsten mencionó sus limitaciones: “Todos los combustibles fósiles se utilizaron durante los últimos 100 años y sólo podremos seguir empleándolos en un nivel que limite las emisiones de CO2 y que no afecte al cambio climático”. Luego el experto se refirió al potencial de la energía solar: “Vamos a tener enormes cantidades de energía solar y se va a producir una gran cantidad de electricidad a partir de esta fuente”. En este sentido, se preguntó: ¿Dónde vamos a conseguir esta energía solar y cómo podremos recogerla, transportarla y almacenarla? Y aseguró que la energía solar está fundamentalmente disponible en los desiertos. Explicó que los principales sistemas de recolección de esta energía son la tecnología fotovoltaica y la solar térmica.
En cuanto al uso de la primera, se refirió a un proyecto de Alemania “que actualmente es el más grande de Europa, tiene 3 MW de potencia con 560 mil módulos, y demandó una inversión de 160.000 millones de euros”. Con respecto a los precios de la electricidad generada mediante energía solar, el especialista afirmó que “si bien no es muy barata todavía, resulta interesante: hoy tenemos que pagar aproximadamente de 0,13 a 0,25 centavos de euro por kilovatio/hora y la tendencia señala que estos costos bajarán a la mitad dentro de los próximos dos años”. Por otro lado, Carsten subrayó que el retorno de la inversión en este tipo de proyectos es mucho más rápido que en los eólicos: “En 1 o 2 años se recupera la inversión, destinada a la construcción de este tipo de plantas”.
LA POLÍTICA AMERICANA EN BIOCOMBUSTIBLES
Por último, Jeffrey Steiner, líder del Programa Nacional para la producción de biomasa del Departamento de Agricultura de Estados Unidos se refirió, entre otras cosas, a las políticas sobre biocombustibles que se aplican en Estados Unidos. Comenzó señalando que en ese país “la política lo es todo y que existe una sobre Biocombustibles, aprobada mediante una ley del Congreso. Esta establece que para 2022 se deberán producir 36.000 millones de galones de biocombustibles en el país”. Este es un objetivo difícil de cumplir, afirmó el experto, si se analiza cómo está escrita la ley. Esta fija que de esos 36.000 millones no más de 15.000 podrán ser de etanol de maíz.
Actualmente el país elabora 13.000 millones de este carburante, es decir, que está llegando al límite. Los otros 21.000 millones de galones deberán provenir de biodiesel, biocombustibles celulósicos y de otros bioavanzados. “El desafío real es ver cómo vamos a obtener esos 21.000 millones de galones de aquí a 10 años de manera de cumplir con la ley”, remarcó Steiner. Para ello instó a contar con más políticas y comentó que el presidente Obama creó en 2009 un Grupo de Trabajo, que reúne a los secretarios de Agricultura y Energía para definir cómo se van a lograr estas metas. Además, la Casa Blanca dio a conocer posteriormente un plan estratégico para alcanzarlas:
“La estrategia básica es apoyar la industria de los biocombustibles, pero tenemos que concentrarnos para definir cómo podemos acelerar el desarrollo de esta nueva generación de biocombustibles”. En el campo agrícola, continuó, el Gobierno está asignando responsabilidades a ciertos segmentos de la cadena de abastecimiento: Agricultura, Biomasa, el Departamento de Energía, la Agencia de Protección Ambiental, para elaborar un plan. Steiner concluyó planteando la necesidad de “desarrollar una cadena de abastecimiento de biocombustibles con menor huella ecológica, empezando con el producto final en mente, contando con las tecnologías de conversión y definiendo el rol del sector agrícola”.
“EL DESAFÍO ES DESPERTAR Y SOSTENER EN LOS JÓVENES UNA VOCACIÓN POR LA INGENIERÍA"
Nicolás Verini, ex director del Instituto del Gas y del Petróleo de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se refiere, desde el plano académico, a la situación de la ingeniería en Argentina y en el mundo. La necesidad de profesionales en las áreas técnicas es un fenómeno global. Verini explica qué se está haciendo en los países centrales para su desarrollo; habla de los gigantescos programas tecnológicos de las emergentes China e India, y describe los múltiples desafíos de la Argentina para promover las carreras técnicas entre los jóvenes.
¿CUÁL ES SU VISIÓN DE LA ACTUALIDAD DEL CAMPO DE LA INGENIERÍA EN LA ARGENTINA?
La Argentina no escapa al fenómeno mundial que es la falta de ingenieros y esto responde a varias circunstancias. Una de ellas es la falta de interés que muestran los jóvenes para encarar el estudio de la ingeniería. El escaso interés vocacional tiene raíces muy profundas: la falta de una política educacional que los convoque y los empuje a cursar las carreras técnicas, y esto tiene un arrastre desde un pasado reciente, en un país donde se le dio poca importancia a la formación de los jóvenes para el desarrollo industrial, el presupuesto universitario insuficiente, en el contexto constructivo de un país donde los graduados en ingeniería no tenían un buen mercado laboral, ni expectativa de desarrollo. De acuerdo a las últimas estadísticas, se ha producido un leve aumento en la inscripción de las carreras de ingeniería.
Siguen siendo prioritarias la elección por parte de los ingresantes de las carreras orientadas a la Medicina, Abogacía, Psicología y las Ciencias Económicas y Administración de Empresas, que se mantienen estables con una leve tendencia a la baja. Nuevas carreras han tenido un impulso importante, como ha sido el caso de Arquitectura, Diseño Gráfico, Diseño de Indumentaria y Ciencias de la Comunicación. Aun así, casi todas las carreras de ingeniería has tenido un leve aumento: Ingeniería Civil, Electrónica, Eléctrica, Mecánica Industrial, Ingeniería Naval, Química e Informática. Es posible que las propias necesidades del mercado laboral, la reactivación de la industria y la puesta en marcha de una nueva política de Estado a través del otorgamiento de becas a los estudiantes que opten por carreras técnicas, hayan empujado a los jóvenes a volver a la ingeniería y a elegir esas carreras, que siguen siendo en el siglo XXI las carreras del futuro, del conocimiento y del desarrollo de la tecnología.
¿CUÁL ES SU VISIÓN DEL CAMPO ESPECÍFICO DE LA INGENIERÍA EN PETRÓLEO?
La falta de ingenieros en petróleo es un hecho conocido por la industria y también está vinculado a la vocación que se requiere para encarar esta dura disciplina por las tareas de campo y los desafíos que plantea. No faltan solamente ingenieros, sino que faltan geólogos, geofísicos y especialistas en reservorios. Otro de los problemas que encara la industria es el reemplazo de los profesionales que por la edad abandonan la actividad y los puestos no son rápidamente ocupados, lo que incentiva la labor de búsqueda por parte de las empresas y consultoras especializadas. Los perfiles más requeridos están orientados a los profesionales de la ingeniería, la tecnología y el marketing y apuntan a ingenieros industriales, mecánicos, electrónicos, químicos y en petróleo. La industria petrolera busca especialistas en reservorios, refinación, geólogos, geofísicos, en biorremediación de suelos, logística operativa y en transporte.
¿CÓMO ES LA SITUACIÓN EN EUROPA O ESTADOS UNIDOS?
La falta de ingenieros no es un problema argentino; se estima que es un fenómeno mundial, ya que la crisis de profesionales de la ingeniería y ciencias está ligada a la migración hacia las carreras vinculadas a la economía y finanzas. Sólo en la Unión Europea se estima que en los últimos años han quedado vacantes más de 1.300.000 puestos en ingeniería y ciencia, y en los Estados Unidos, en el año 2010, se calcula que más de 700.000 puestos destinados a ingenieros y técnicos no serán cubiertos a pesar de la crisis económica y financiera mundial. Según datos de la Eurostat se estima que para 2010 habrá un faltante entre 300 mil y 800 mil profesionales para ocupar cargos vinculados con el mercado IT. Asimismo, un estudio del Instituto DIW de Berlín y el ZEW (Centro de Investigación para la Economía Europea) estima que para 2014, si la tendencia no cambia, faltarán 100.000 profesionales en Alemania, la mayor economía del euro.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO AL RESPECTO EN CHINA O INDIA?
Este fenómeno de demanda se repite en países de alto crecimiento económico, como son China y la India, donde la industria de la High Tech emplea más de 2,3 millones de profesionales e incorporan entre 500 mil y 1 millón de nuevos profesionales de alta capacitación cada año. Sólo China ha creado desde el año 2000 más de 4.000 organismos de educación, investigación y de-sarrollo financiados por el gobierno; 2.500 establecimientos superiores y de investigación científica; y 14.000 institutos tecnológicos de desarrollo asociados a las empresas de alta tecnología.
En 2006, China anunció la creación de 10 plataformas de innovación tecnológica en diversas disciplinas de vanguardia: informática, aeroespacial, energía, nanotecnología y biología marina, cuyo objetivo es crear una elite científica capaz de sustentar su crecimiento económico y su desarrollo y que esté a la par de los mejores institutos del mundo. China ha desarrollado miles de intercambios universitarios y 170 universidades extranjeras han radicado acuerdos y sucursales en varias ciudades chinas y extienden diplomas compartidos, con un claro objetivo de internacionalización educativa. Por su parte, India alimenta su corredor tecnológico del silicio, donde están radicados las 700 transnacionales de High Tech con el aporte en cada año de 400.000 ingenieros y técnicos que salen de sus institutos y universidades y la han convertido en uno de los países más avanzados del mundo en ICT (Industria de Alta Tecnología y Servicios).
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES DESAFÍOS QUE ENFRENTA LA ARGENTINA EN ESTE TERRENO?
Los desafíos para la Argentina son múltiples. Una encuesta reciente de TNS Gallup nos informa que según la opinión de los encuestados a nivel nacional, la calidad del sistema educativo argentino es regular o malo y el 53% de ellos considera que la educación argentina ha empeorado en los últimos diez años, solo un 17% opinó que mejoró y un 28% opina que no ha experimentado cambios. Los principales problemas están enfocados a resaltar la baja calidad de los programas de estudio, la carencia de infraestructura adecuada y el bajo presupuesto educativo. Esta opinión crítica está repartida entre los mayores de 50 años en un 39%, entre los universitarios un 38%, la clase alta y media el 42% y los habitantes del Gran Buenos Aires el 42%, lo que consolida la gran mayoría de opiniones que va de regular a negativa con referencia a la calidad de la enseñanza.
Las políticas educativas deben ser políticas de Estado, de larga duración, sostenidas con recursos, y en el caso de la ingeniería, se deben involucrar no solo el sector gubernamental sino el empresarial y al educativo. En algunos países como Francia y Japón hay más estudiantes que desean dedicarse a la ingeniería, porque hay más incentivos, sobre todo económicos. En Europa se han puesto en marcha diferentes proyectos, como el Proyecto Pollen, para promover desde la escuela primaria la educación científica, estimulando lo que llamaron “la polinización de la ciencia” y han comprometido en este programa educativo a ciudades europeas (Amsterdam, Berlín, Bruselas, Gerona, Lisboa, Leicester, Perugia, Saint Etienne, Tartú y Vac, y además a un país, Estonia).
¿QUÉ OTRAS ACCIONES DESARROLLAN EN ESOS LUGARES?
También se promovió la protección y defensa de ingenieros y científicos, con el objeto de financiar su traslado, el empleo, las garantías de desplazamiento, el desarrollo de sus tareas científicas, la interrelación con científicos y centros de investigación y armonización y reconocimiento profesional en el marco de la Unión Europea. El informe Rose (The Relevante for Science Education), realizado en Noruega, explicita los resultados alentadores al detectar en los países desarrollados de que los jóvenes están retornando a elegir las carreras científicas, atraídos por los requerimientos de las empresas, por el nivel tecnológico de las mismas, las atractivas remuneraciones ofrecidas y por un “sentimiento de pertenencia a un grupo” y de inclusión a la realidad expresados por importantes componentes de identidad cultural y nacional, queriendo involucrarse en los cambios tecnológicos y económicos en el campo del conocimiento.
Un desafío importante que hay que asumir en la Argentina es recomponer el nivel de conocimientos del ciclo secundario y continuar con la potenciación de las escuelas técnicas. Si le damos una mirada a los 180 días de clases que tenemos en el país, y la comparamos con otros países del mundo como Japón, con 243, Corea del Sur: 220, Israel: 216, Holanda: 200 y Tailandia: 200, advertimos que estamos atrasados. Del colegio secundario es de donde se nutre la Universidad. Otra cosa importante de puntualizar: el conocimiento de idiomas en un mundo globalizado es fundamental; por ahora el inglés es el idioma de la globalización y del intercambio científico, y en el campo de la ingeniería es obligatorio, ya que la mayoría de la literatura científica y técnica está en inglés. El otro desafío de la Universidad es captar el interés de los estudiantes de carreras afines de la ingeniería y para esto debe aplicar recursos humanos y financieros para despertar y sostener una vocación por la ingeniería que comience sin traumas, se sostenga en el tiempo, se desarrolle armónicamente y finalice sin deserciones.
Fuente: Tecnoil
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