Ésa es la cifra que la provincia dejó de percibir por regalías no liquidadas, a partir de la producción que estuvo paralizada en ese lapso de conflicto. La información fue suministrada por el ministro Víctor Cisterna, quien dejó evidenciado hasta qué punto las finanzas de la provincia dependen de la actividad petrolera de Comodoro Rivadavia. Según registros de la Secretaría de Energía de la Nación, Chubut es la provincia con mayor ingreso por regalías petroleras del país. Ello se debe a que es la de mayor producción, pero además la principal exportadora de crudo, lo que permite a la provincia obtener ingresos más altos al liquidar regalías sobre la referencia del precio internacional, mucho más alta que el precio interno.

Vale recordar que mientras el barril de petróleo está por encima de 80 dólares, el precio interno reconocido para el crudo Escalante es de 48 dólares: de allí que cuanto más se exporta, mayor es el ingreso por regalías. De este modo, por ejemplo, en octubre último a la provincia ingresaron 36,3 millones de dólares, siendo el mes de mayor ingreso del año pasado, superando a marzo, que había registrado casi 34 millones de dólares. En todos los casos, el promedio estuvo por encima de los 30 millones de dólares, al menos hasta octubre de 2010, último mes actualizado por la Secretaría de Energía de la Nación. En términos generales significaría un ingreso piso del orden de los 120 millones de pesos mensuales, lo que proyectado en el año se ubicaría en alrededor de 1.500 millones de pesos, lo que equivale a casi la mitad del presupuesto total de la provincia de Chubut.

En declaraciones al diario "Jornada", de Trelew, el ministro Víctor Cisterna dijo en las últimas horas que el paro de diciembre –protagonizado por el gremio de los jerárquicos petroleros en conflicto con YPF- implicó una pérdida para la provincia de alrededor de 40 millones de pesos. Se trata de ingresos que Chubut dejó de percibir a raíz de los días en que la producción estuvo paralizada, primero por efecto del paro y luego por decisión de la propia operadora. Además del paro, hubo otro factor que fue la menor exportación, según advirtió Cisterna, aunque en el análisis no precisó si esto se debió a una menor demanda internacional o al mismo efecto de la medida de fuerza que implicó la toma de la terminal de Termap, desde donde se exporta el crudo. Como consecuencia de la caída en la recaudación, el ministro dijo que hubo que buscar financiamiento para afrontar el pago de salarios, que tuvieron incrementos otorgados a fines del año pasado.

LA CONTRACARA EN LAS PETROLERAS

Será interesante observar los efectos del conflicto en el otro protagonista del mismo, es decir la operadora YPF. En los primeros 9 meses del último año, Repsol YPF había informado ganancias que resultaron un 32,5 por ciento superiores al mismo período de 2009, al obtener un beneficio de 1.786 millones de euros. Buena parte de esa performance era explicada por la filial argentina YPF, que en el mismo período había logrado ganancias por 1.205 millones de euros, casi un 82 por ciento más que el año anterior. No hay que ser economista para entender el motivo: la misma petrolera española precisó en su comunicado a la Bolsa que las ganancias de YPF habían provenido del incremento sostenido de los precios de los combustibles -en la Argentina-, tanto en pesos como en dólares.

Hasta antes del conflicto regía una medida que "congelaba" (en realidad los mantuvo quietos desde julio a noviembre) los precios de los combustibles, pero luego éstos se liberaron y continuaron su escalada, registrándose aumentos de precios incluso durante los días del paro (algunos diarios capitalinos especularon por aquellos días de que parte de los argumentos de la suba se debía a la escasez de crudo por el paro en Comodoro): en marzo, cuando la petrolera anuncie sus resultados de la última parte del año 2010, se verá si el efecto de la medida de fuerza –al restarle producción de petróleo- le quitó ganancias o, por lo contrario, si la suba de precios de combustibles pudo "disimular" los efectos de un conflicto que se prolongó más allá de todo límite razonable en el tiempo.

Fuente: Crónica

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