Así lo informó ayer a la tarde la compañía al asegurar que ante la situación generada por la pandemia del coronavirus, dispuso “garantizar sus operaciones mediante un esquema de emergencia que permita contribuir a asegurar el abastecimiento de energía”.
Para ello decidió “asegurar las actividades que no pueden ser interrumpidas para que sean atendidas con la menor dotación posible e interrumpirá progresivamente todas aquellas que no sean críticas de manera que queden en condición segura”.
Las medidas, explicaron fuentes de la empresa, abarcan desde la producción de petróleo y gas en todos los yacimientos en los que opera, el trabajo de las refinerías, el despacho de combustibles y la venta en las estacione de servicio, así como la generación de electricidad a través de YPF y la producción de productos químicos de extrema necesidad.
“Vamos a mantener todo en funcionamiento para que el país no se quede sin energía, manteniendo en operación todos los procesos con la menor gente posible y que esos trabajadores tengan el mayor nivel de seguridad que no los expongan a una posibilidad de contagio”, explicaron los voceros.
Este esquema “contemplará guardias mínimas, turnos rotativos y la implementación de protocolos preventivos para reducir las posibilidades de contagio”.
En un comunicado, la empresa había señalado que desde el primer “desde el primer día la compañía sigue la evolución de la pandemia en el país y tomó todas las decisiones para que sus trabajadores y trabajadoras puedan cumplir con sus funciones en forma segura". (...)
Fuente: El Economista
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