El lunes, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador decretó una emergencia sanitaria en el país tras sobrepasar los 1,000 infectados por el brote. La decisión obliga a las industrias no consideradas "esenciales", como la minería, a cerrar sus puertas o trabajar en mínimos hasta fines de abril.

Dentro de las industrias que podrán seguir operando están la médica, química, farmacéutica, toda la cadena de procesamiento y distribución de alimentos y energéticos, seguridad pública, sectores financieros, telecomunicaciones, transportes y los programas sociales del Gobierno.

"(Las mineras) no podrán seguir (operando) salvo que tengan que llevar a cabo tareas esenciales. Por ejemplo, que la paralización pueda poner en riesgo la operación futura o la seguridad de la mina, el manejo de residuos", dijo una fuente del Gobierno con conocimiento del asunto, quien solicitó el anonimato por no estar autorizado a declarar.

Otra fuente del Gobierno confirmó que las mineras sólo podrán mantener operaciones que sean vitales hasta que termine la emergencia sanitaria, el 30 de abril.

El martes, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, y el canciller, Marcelo Ebrard, sostuvieron una larga videoconferencia con los gobernadores de los 31 estados del país para definir cómo abordar el estado de emergencia.

Allí se discutió la conveniencia de la paralización de las operaciones mineras en el país, dijeron las fuentes consultadas. Ni la Secretaría de Gobernación, ni la Cancillería respondieron a solicitudes de información.