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"Estamos enfrentados a una situación tanto a nivel regional como global que requiere la acción de Olade”

07/12/2017 | ARGENTINA | Notas Destacadas | 1291 lecturas | 87 Votos



En el marco de la “Semana de la Energía” organizado por la Organización Latinoamericana de Energía, el Banco Interamericano de Desarrollo y la presidencia de la Nación Argentina, Alfonso Blanco Bonilla, secretario General de la organización, en diálogo con Energía&Negocios habló sobre el rumbo de la organización y trazó las grandes líneas de trabajo.




¿Podría explicarnos qué es la OLADE?

Es un organismo internacional fundado en 1973 en plena crisis del petróleo, como una respuesta de los países de Latinoamérica para enfrentar esa compleja situación.

El organismo lo integran 27 países de América latina y el Caribe representados por sus Ministerios de Energía. Se trata de un organismo con una institucionalidad muy fuerte y una capacidad también muy fuerte para accionar en materia de integración, uno los temas clave incluidos en el Convenio de Lima. Ese fue un convenio muy innovador para su época porque incorporó temas como desarrollo sostenible e integración.

La función básica es promover acuerdos entre sus Estados Miembro y realizar acciones para satisfacer sus necesidades energéticas, mediante el desarrollo sustentable de las diferentes fuentes de energía. El trabajo de Olade fundamentalmente es generar instrumentos para derribar las brechas existentes entre las economías en desarrollo y las economías desarrolladas y potenciar a la región en materia de desarrollo de sus recursos energéticos.

¿Qué están haciendo en este momento?

En esta administración estamos tratando de darle un giro al trabajo de la organización en la región. Estamos enfrentados a una situación tanto a nivel regional como global que requiera la acción de Olade.

Debemos fomentar la integración regional y derribar todas las brechas que existen a nivel de desarrollo en nuestros países. Tenemos países con un nivel de desarrollo energético muy profundo pero tenemos otros que, por ejemplo, aún no tienen una incorporado dentro de sus políticas los temas energéticos.

Muchas de las políticas energética cambian al ritmo de los gobiernos de turno y no hay una orientación estratégica respecto de cuál es el rol que tiene el sector de Energía dentro del desarrollo elegido por ese país.

¿Argentina es un ejemplo de eso?

La gran mayoría de los países de la región han transitado ese proceso. No es algo que sea atribuible específicamente a un único país. Creo que toda América latina y el Caribe en alguna parte de su historia adoleció de ese problema. No se identifica cuál es el rumbo preciso y cuál es el rol del sector Energía que está asociado a un determinado modelo de desarrollo del país. Eso es lo que desde Olade podemos apoyar, contribuyendo a la región.

¿De qué modo? 

Tenemos la capacidad de hacer intercambio de experiencias que en la región son muy ricas y diversas. En ese sentido, en Argentina, en ciertos aspectos, está trabajando y haciendo el reconocimiento de las distintas experiencias internacionales para lograr una política de Estado en materia de Energía. Por eso es preciso aclarar la diferencia entre una política de gobierno y una política de Estado.

La política de Estado es aquella que logra un consenso a nivel de la sociedad en su conjunto, se institucionaliza y se entiende por parte de la sociedad en su conjunto como el modelo de desarrollo a seguir.

Argentina debe ser el país con mayor integración regional ¿puede darse una integración física del mismo grado con el resto de los países de América?

Creo que las condiciones están dadas para que los intercambios energéticos en la región se potencien y la condición de Argentina en lo que refiere a las obras de infraestructura que respaldan esos intercambios es muy importante.  Tiene grandes obras de infraestructura binacionales eléctricas, con centrales compartidas, interconexión de gasoductos con casi todos los países limítrofes en los cuales se dan intercambios que van a ser potenciados en el escenario futuro.

La región necesita complentariedad energética como un forma de lograr eficiencia. Si nosotros queremos que el sector energético se traduzca en el motor de desarrollo necesitamos eficiencia y la eficiencia puede venir de la mano de la complementariedad.

¿Podría la Olade de algún modo contribuir desde una base técnica o un aporte teórico a desatar el nudo que fronterizo que hay entre Perú, Bolivia y Chile? ¿La energía podría ser uno de los caminos que pueda contribuir a solucionar el problema territorial que aún está en disputa?

Ese mapa general integrando a Ecuador y a Colombia está dentro del concepto general de integracion SINEA )Sistema de Interconexión Eléctrica Andina) que es un gran proyecto orientado a la interconexión eléctrica de los países del área andina. En ese proceso de negociación, Olade ha aportado ciertos datos técnicos pero no ha estado de forma activa.

El BID si ha estado apoyando esos marcos de negociación. Claramente ante una situación geopolítica compleja alguna de las llaves para la resolución de esos problemas geopolíticos muchas veces pueden venir de la mano de soluciones energéticas compartidas. En estos momentos no estamos involucrados en ese proceso de integración pero es nuestro interés estar acompañando el proceso de negociación a futuro. Entiendo que los intercambios energéticos se pueden convertir en una llave para resolver ciertos problemas de contenido geopolítico serio que trascienden los temas energéticos.

Cuando se habla de renovables las grandes hidroeléctricas que están fuera del panorama y se piensa inmediatamente en un molino  eólico. América latina está en una carrera de eficiencia y de uso de energía limpia. Sin embargo, en los países del Primer Mundo donde nace la idea vemos que esta carrera está ralentizada. No solamente está ralentizada, sino que no nos transfieren tecnología, nos venden los productos terminados y además con muy altas tasas de interés ¿Olade tiene una opinión sobre este asunto?

La visión de Olade con respecto a las renovables es de integración de las renovables. Separamos energías renovables y energía renovables no convencionales, en estas últimas entran la eólica, la solar y la geotermia. Pero cuando hablamos de renovables la hidro y la mini hidro están integradas.

En mi charla previa, hablo del 25% de renovabilidad de nuestra matriz energética, eso incluye la hidro porque es una marca de nuestra región. Cuando hablamos de renovables hablamos de la integrabilidad y cuando hablamos del potencial de la región en materia de renovables también incluímos a todas las modalidades de hidro posibles. Desde gran escala hasta las pequeñas, porque tenemos un potencial aprovechable que es enorme.

Cuando hablamos de la capacidad que tienen las renovables de ser un motor de nuestro desarrollo la energía hidroeléctrica está incorporada en nuestro abordaje. También la geotérmica de la que tenemos también un potencial muy elevado y que debemos de integrar a un ritmo mayor.

Respecto a la evolución que han tenido las energías renovables en otras regiones, en efecto, la visión muchas veces de Europa con respecto a las renovables sesga el tema en dos tecnologías: la eólica y la solar.

Hay que tener presente que detrás de todo un modelo de desarrollo, también hay un interés de desarrollo del que vende tecnología. De modo que nosotros como región tenemos que desprendernos de eso.

En la región las energías renovables que se están incorporando no lo están haciendo bajo el modelo europeo, que estaba fundamentalmente basado en tratar de incentivar las nuevas tecnologías en una etapa temprana en la cual la costo-efectividad no estaba claramente identificada entonces con un régimen de feed-in tariff o de distintos mecanismos para promover esas fuentes de energía.

Hoy en América las fuentes renovables entran al sistema bajo mecanismos de mercado. En la gran mayoría de los países donde se están incorporando las energía renovables no hay un régimen de subsidios que esté detrás de la incorporación de estas fuentes.

Acá me refiero al caso de Uruguay, Chile y Brasil donde las energías renovables entran en marcos y procesos competitivos donde no hay subsidios para la incorporación de esas tecnologías.

Eso es un diferencial importante. Eso llevó a que en Europa, por ejemplo, se instalaran aerogeneradores en lugares donde el factor de planta de esos aerogeneradores era extremadamente bajo y solamente bajo mecanismos de subsidios se justifica esa incorporación.

Por caso, en Argentina, en el sur, hay un potencial eólico enorme donde el factor de planta en los parques que se están instalando va a estar cercano al 40%. Uruguay en sus parques eólicos está con promedios que superan el 38/39% y eso es un diferencial importante.

Lo mismo pasa con la energía solar en el norte de Chile tiene una capacidad enorme, lo mismo pasa con la que está incorporando México. Vale decir, que tenemos una disponibilidad de recursos que permite que hoy con los precios de las tecnologías estas se incorporen con mecanismos de mercado sin la necesidad de subsidios. (...)

Fuente: Energía & Negocios

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