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El gas y la matriz energ茅tica de la Argentina

25/06/2015 | ARGENTINA | Notas Destacadas | 707 lecturas | 189 Votos



Desde el descubrimiento del megayacimiento de gas natural Loma la Lata en 1978 con 14 trillones de pies c煤bicos de reserva, el gas pas贸 a ser m谩s abundante que el petr贸leo y lo fue reemplazando en la matriz energ茅tica.




El proceso de sustituci贸n demand贸 al pa铆s m谩s de dos d茅cadas y un enorme esfuerzo de inversi贸n para reemplazar fuel oil y gas oil en generaci贸n de electricidad y la industria, e incluy贸 al transporte, sustituyendo naftas y gas oil (incipiente), con pol铆ticas de precios adecuadas para orientar el consumo en esa direcci贸n. El esfuerzo demand贸 construir una extensa red de gasoductos troncales, de aproximaci贸n y redes de distribuci贸n para hacer llegar el gas a todos los rincones del pa铆s; y modificar los sistemas de quemado en generaci贸n y la industria. El resultado final es la actual matriz con predominancia de gas, que con el 52% se convirti贸 en la principal fuente de energ铆a de Argentina y desplaz贸 al petr贸leo al segundo lugar, con el 33% (la hidro con el 4,1%; la nuclear 2,7%, y fuentes renovables y otras, la completan).

Por tanto este no es un hecho no fortuito ni producto de la casualidad, sino el resultado de un enorme esfuerzo de inversi贸n racional. Con frecuencia se teoriza sobre nuestra matriz energ茅tica sobre bases falsas, a煤n en reuniones de especialistas, que objetan su alta dependencia del gas.

El gas es un combustible limpio, que ha tomado enorme vigencia y cumple un rol central en el mundo desde la necesidad de controlar el calentamiento global y la emisi贸n de gases con efecto invernadero (GEI); que lo determina.

El an谩lisis comparativo muestra que nuestra matriz energ茅tica tiene mucho gas y cero carb贸n; y est谩 hoy doblemente mejor prospectada que la de EE.UU. y el mundo, que queman carb贸n (23% y 29,6%) en vez de gas; m谩s barato pero de mayor emisi贸n de GEI e impacto negativo en el aumento de temperatura del planeta.

Y mejor adaptada al nuevo paradigma de una econom铆a de bajo carbono y baja intensidad energ茅tica (bajo incremento en el consumo de energ铆a, por cada punto que crece el PBI), por su alta participaci贸n de gas y no usa carb贸n.

Con dependencia de los combustibles f贸siles no mayor, ni muy diferente. La abundancia relativa de los recursos de cada pa铆s, juega un rol clave a la hora de estructurar la matriz y explicarla.

Por fortuna, la matriz energ茅tica de la Argentina est谩 en la direcci贸n justa, y sigue la tendencia en la que va el mundo; con la enorme ventaja de que no usa carb贸n el m谩s contaminante de los combustibles f贸siles. Ventaja que se estuvo a punto de anular, con la construcci贸n de la Central R铆o Turbio.

El problema de la Argentina es que por falta de inversi贸n, consumi贸 sus reservas de gas y petr贸leo. Y pese a tener su matriz alineada con el nuevo modelo econ贸mico y energ茅tico del mundo, no puede aprovecharlo por falta de gas.

Y porque contin煤a con su pol铆tica de subsidios crecientes y precios bajos de la energ铆a, que promueven el consumo y el uso ineficiente de energ铆a. Precisamente en sentido inverso al que va el mundo; porque a煤n no asumi贸 que usar la energ铆a en forma eficiente es tan importante como disponerla.

Y contin煤a su esfuerza por ignorar la elasticidad del consumo y la intensidad energ茅tica al precio; y lo discute como no probado, aunque sea una verdad evidente. La Argentina gasta mucha mas energ铆a de la necesaria; y la importa para derrocharla, con divisas que le faltan.

Y por fortuna, ha sido nuevamente favorecida por la providencia con el descubrimiento de abundantes recursos de shale gas; suficientes para m谩s de 200 a帽os de consumo. Un hecho afortunado que nos sit煤a en el mejor de los mundos, en el mejor momento.

Por su producci贸n declinante desde hace 15 a帽os, y 12 en forma sist茅mica, Argentina perdi贸 su autosuficiencia, su seguridad energ茅tica y debe revertir su situaci贸n cr铆tica de reservas en forma urgente, para devolver al Gas su rol central en la ecuaci贸n energ茅tica, y darle prioridad por sus caracter铆sticas de combustible limpio.

* Por Ra煤l O. Parisi, Consultor de Energ铆a y ex director nacional de Combustibles

Fuente: El Cronista

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