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La actividad petrolera pasó a ser un bastión de la economía de Allen

20/03/2018 | ARGENTINA | Notas Destacadas | 2319 lecturas | 124 Votos



Fuertemente identificada con la producción frutihortícola, la comunidad del Alto Valle Rionegrino miraba de reojo al sector hidrocarburífero cuando Guillermo Rotondo decidió darle un giro a su vida y fundar Mirasal. “Siete años después, somos la mayor contratista de YPF en su proyecto EFO y la principal fuente de empleo privado en Allen”




Guillermo Rotondo se radicó en la provincia de Río Negro con la necesidad de recorrer nuevos rumbos y de abrir nuevos horizontes tanto en su vida personal como profesional. Allí lo esperaba Allen, su inesperado lugar en el mundo, una localidad históricamente reconocida por su producción frutihortícola, que –gracias a Estación Fernández Oro (EFO)– hoy alberga uno de los principales proyectos de tight gas de la Argentina.

Por entonces, sin embargo, Rotondo no pensaba dedicarse al sector de los servicios petroleros ni imaginaba la posibilidad de terminar creando la mayor firma de ese rubro en la provincia que gobierna Alberto Weretilneck. Pero así lo haría, de la mano de YPF, una vez que la petrolera controlada por el Estado nacional puso en marcha hace algunos años un ambicioso proyecto de inversión en EFO.

Mirasal es, en la actualidad, la mayor contratista que tiene la petrolera estatal en Allen, con 360 de los 600 trabajadores del emprendimiento gasífero.

«No era del palo de la industria, por lo que tuve que formarme sobre la marcha. Cuando fundé Mirasal no sabía prácticamente nada del sector, no estaba al tanto de las certificaciones necesarias ni sobre las exigencias del mercado. Puede decirse que con Apache hice la primaria, con Y-Sur (que compró a Apache) cursé la secundaria y con YPF (que incorporó a Y-Sur) completé la universidad», compara el directivo.

Los comienzos, según evoca, fueron humildes. «Empecé con 21 empleados, realizando el mantenimiento de la planta de EFO. Poco a poco fui incorporando servicios y prestaciones, haciéndome de mano de obra, mimetizando a la empresa con Allen y mimetizándome yo mismo con la comunidad. Hay que tener en cuenta que la petrolera era una actividad totalmente fuera de contexto en el Valle: nos consideraban algo así como okupas. Por otro lado, EFO no existía en los mapas del gas, no era nada hasta que YPF incrementó disruptivamente la inversión en el campo», recuerda el titular de Mirasal.

En ese contexto, comenta, el objetivo principal era pasar del rol de «invasor» al de «amigo». «Quería lograr que Mirasal fuera sinónimo de Allen y viceversa. Para ello fue fundamental colaborar con las instituciones locales y así evitar los conflictos que tienen otras empresas», subraya.

El explosivo crecimiento de Mirasal no estuvo exento de algunos comentarios malpensados que, como suele suceder en estos casos de una expansión tan vertiginosa, preguntan por testaferros o dueños ocultos. «Sí, tengo 360 personas atrás, que son los trabajadores de la empresa. Ellos son los únicos a quienes respondo», desestima Rotondo, con cierta ironía.

Base modelo

En la actualidad, la empresa que preside Rotondo es la principal empleadora privada en la localidad y un bastión clave de su economía. «Generamos un efecto multiplicador que benefició a todos. Hoy nos damos el lujo de estar equipando una base modelo en la Patagonia», destaca.

El complejo en cuestión tiene una superficie de 6 hectáreas (Has), detalla, y cuenta con luces perimetrales, calefacción, radiadores, alimentación por paneles fotovoltaicos, galpones, estacionamientos cubiertos y cuatro plantas de tratamiento de líquidos. «El secreto de nuestro crecimiento fue no salir de Allen. El dinero que entra en la empresa lo reinvierto para comprar equipos y herramientas. No me abro a otros negocios. Ni siquiera está en mi cabeza cruzar la frontera a Neuquén», revela.

Mirasal es el centro de su vida. «Estoy en la empresa todos los días, incluidos sábados y domingos. Llego a primera hora y me voy a las 19. Le dedico la atención de un padre a su primerizo», bromea. (...)

Fuente: Econojournal

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