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Veo el esfuerzo del gobierno para aumentar las tarifas de gas

16/07/2018 | COMPAÑIA | Notas Destacadas | 2640 lecturas | 145 Votos



Entrevista a Mario Mehren, CEO de Wintershall




El principal ejecutivo del cuarto productor de gas de la Argentina analizó las perspectivas de la industria hidrocarburífera en el país. 

Repasó nuevos proyectos offshore y en Vaca Muerta, pero advirtió que «la incertidumbre es lo peor que le puede pasar a un inversor». El futuro del gas como verdadero combustible de  la transición energética. 

Mario Mehren habla un perfecto español, casi coloquial. Su paso por Chile, donde se desempeñó como CFO de BASF  y donde nacieron sus dos hijos, amplió su espectro idiomático. Joven, relajado y con facilidad para la empatía, transmite proximidad. El CEO de Wintershall, brazo petrolero del gigante petroquímico alemán BASF y cuarto productor de gas de la Argentina, pasó en mayo por Buenos Aires para celebrar los 40 años de la empresa en el país. También para repasar la agenda de inversiones locales que analiza la compañía. La entrevista con Revista TRAMA se realizó un lluvioso jueves de mayo en el piso 14 de la torre Boston de Retiro, donde Wintershall tiene sus oficinas. La referencia al cimbronazo cambiario –tema candente en la agenda veráncula–fue inevitable como disparador de la charla. «Algunos ya me pidieron que vuelva a Alemania, me adjudican lo que está pasando con el dólar», desdramatiza, divertido.

Mehren maneja un itinerario global: trata de viajar regularmente a Rusia y también a Noruega, grandes productores de gas que abastecen a Europa, pero también se hace tiempo para visitar la Argentina.

La compañía alemana –que además de Rusia, Noruega y Argentina está presente en mercados como Holanda, Libia y Abu Dhabi– tiene en su porfolio proyectos de desarrollo tanto en el offshore de la Cuenca Austral, en el mar al sur de Tierra del Fuego, como en Vaca Muerta, la formación de la Cuenca Neuquina que alberga ingentes recursos no convencionales de petróleo y gas.

Un día antes de la entrevista, Mehren repasó esas iniciativas con el ministro de Energía, Juan José Aranguren. El ejecutivo está acostumbrado a entablar relación con funcionarios del área energética de distintas personalidades. Se requiere versatilidad y practicidad. Todos los meses viaja a Moscú para liderar los proyectos de Wintershall en Rusia, donde es socio de Gazprom, el mayor productor de gas a nivel mundial. Mehren tiene la compleja tarea de separar los negocios de la macropolítica para neutralizar eventuales daños colaterales de la tirante relación entre Ángela Merkel, canciller de Alemania, y Vladimir Putin, hombre fuerte de Rusia. «Aprendimos a no tomar las cosas tan seriamente. Podríamos decir que existen dos mundos: la relación con nuestro socio (Gazprom) es muy buena.

A nivel político, actualmente no estamos pasando por un buen momento. Es un problema, pero que no impacta a nuestros proyectos», explica el ejecutivo, con una alta dosis de pragmatismo. Los lazos de Wintershall con Rusia van camino a afianzarse.

La petrolera germana está en un proceso de fusión con DEA, una petrolera subsidiaria del fondo Letter One (L1), creado por el multimillonario ruso Mikhail Fridman. La jugada es ambiciosa: se apunta a crear una gran petrolera independiente en Europa. «Todavía estamos en proceso de due dilligence. Si todo va bien, vamos a firmar los contratos definitivos a fines de julio. Queremos crear una empresa petrolera independiente importante, que es lo que falta hoy en Europa. Hay empresas muy grandes como Total, BP o Shell y empresas pequeñas con producciones de 150.000 barriles al día. Nosotros crearíamos una empresa que empezaría con 600.000 barriles al día para crecer a 800.000 barriles en tres o cinco años», precisó Mehren.

Mirando desde afuera y como extranjero, veo el esfuerzo que hace el gobierno para aumentar las tarifas, que tiene quizás un alto costo político.

En la Argentina, Wintershall produce unos 26 millones de barriles equivalentes de petróleo (boe). La empresa está asociada con la francesa Total y con Pan American Energy (PAE) en el desarrollo de los complejos offshore Carina-Aries y Vega Pléyade en la Cuenca Austral, uno de los pulmones gasíferos más relevantes del país, y también en la Cuenca neuquina Y hace tres años comenzó a operar proyectos piloto en áreas con acceso a Vaca Muerta en Neuquén.

Durante mucho tiempo fueron socios no operadores en proyectos offshore de la Cuenca Austral, pero en los últimos años tomaron la operación de campos no convencionales en la Cuenca Neuquina. ¿Lo tomaron como un proceso natural?  

Para nosotros fue natural. Siempre queremos operar porque nos da más influencia, más actividad. Es mucho más fácil entender el mercado, cómo funcionan los proveedores, las empresas de servicios. Es decir, también ayuda para los yacimientos donde no estamos operando. Creemos que después de tantos años ya somos parte de la industria energética en la Argentina. Y lo que hacía falta era la operación. Por eso, durante los últimos tres o cuatro años, duplicamos la cantidad de gente trabajando en la compañía. Se nota que ayuda en la autoestima de la gente. Es otra cosa. Es otro sentimiento. Por eso es algo natural, necesario y muy positivo.

En marzo anunciaron que se está evaluando lanzar el proyecto Fénix, un nuevo desarrollo offshore en la Argentina. ¿Cuál es el estado de la iniciativa?

Todavía estamos trabajando. No hemos tomado la decisión final de desarrollo, quedará para más adelante.

Fénix no es un desarrollo shale. En un desarrollo no convencional se puede parar después de un año si el mercado va en una dirección que no es la indicada. Es relativamente fácil. Pero en el offshore es distinto. Uno toma la decisión y en pocos meses está alcanzando el 90% de lo que va a invertir. Estamos hablando de un proyecto que fácilmente costará más de u$s 1.000 millones.

¿La decisión de avanzar o no con el proyecto está vinculada a cuestiones contractuales de la Argentina o a condiciones de la geología?

Es más que nada un tema del desarrollo del mercado y las reglas de juego. La geología la conocemos muy bien. Es una zona donde estamos trabajando desde hace años. El proyecto está listo para avanzar técnicamente. Debemos armar nuestro business casepara ver si realmente lo llevamos adelante, porque son inversiones de muy largo plazo.

Después del lanzamiento de un nuevo programa de estímulo a la inversión en gas que tuvo marchas y contramarchas regulatorias y con relación a la idea del Gobierno de recontractualizar el mercado, ¿cómo analiza ese proceso?

Pienso que la dirección es la correcta. El gobierno quiere crear las reglas del mercado con menos influencia del Estado y menos subsidios. Es bueno porque como empresa estamos acostumbrados a competir. Lo que dije en Alemania unos meses atrás, y lo sigo sosteniendo, es que necesitamos reglas claras. Es decir, lo que pasó entre la Resolución 46 y la 419 (del Ministerio de Energía) no es bueno. Nosotros, por mala suerte quizás, tomamos la decisión de avanzar con el desarrollo (de shale gas) de Aguada Pichana Este justo en el medio de esas dos resoluciones. Lo que necesitamos son reglas claras desde el inicio. Sigo pensando, aunque sé que el ministro (Aranguren) tiene otra opinión, que la Resolución 419 no nos ayudó. Quizá ayudó a uno u otro productor, pero no a los que ya estaban en proyectos de producción no convencional. A mí me hubiera gustado una implementación de la Resolución 46 como nosotros la entendimos, como un apoyo a toda la producción de  shale gas nueva proveniente de cualquier proyecto aprobado. Para las inversiones, la incertidumbre es lo peor que puede pasar porque en cada decisión te preguntás si  más adelante te van a cambiar las reglas de hoy. Eso fue algo que no me gustó, pero al mismo tiempo destaco que sí se tomaron otras decisiones que favorecen el desarrollo de la industria en el país.

¿Cuánto tiempo debe pasar para retomar la confianza? ¿Es posible delimitar temporalmente esa cuestión?

No se puede delimitar eso porque es algo más emocional que intelectual. Lo más importante es que el gobierno continúa con una dirección hacia el mercado. Mirando desde afuera y como extranjero, veo el esfuerzo que hace el gobierno para aumentar las tarifas, pagando quizás un alto costo político. Me imagino que no es fácil seguir este camino hacia delante, pero personalmente pienso que es un camino necesario. El gobierno tiene una tarea tremenda en mejorar las cosas que no funcionaron bien durante 12 años.

En Vaca Muerta son socios de varios desarrollos y también están operando sus propias áreas. ¿Cómo avanza el desarrollo de pilotos?  

En Aguada Pichana Este, el proyecto se está realizando exitosamente. Estamos contentos. En Bandurria Norte y Aguada Federal terminamos los proyectos piloto, estamos analizando los resultados y preparándonos para la fase de desarrollo masivo. Para fin de 2018 o principios de 2019 vamos a decidir cómo avanzar con estos proyectos. Bandurria Norte y Aguada Federal son campos de shale oil. Me parecen muy atractivos, especialmente con los precios interesantes del petróleo que hay ahora. Soy muy optimista y pienso que vamos a llevar adelante el desarrollo. (...)

Fuente: Econojournal

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