El Gobierno publicó ayer un mega decreto sobre energía que revierte las privatizaciones ordenadas en noviembre de 2017 por el ex presidente Mauricio Macri y su ex ministro de Energía. Juan José Aranguren.

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 389/2021 le otorga una participación central a Integración Energética Argentina (IEASA. ex Enarsa) en el mercado de la energía.

Entre otras cosas, le dio avales por u$s 200 millones para la importación de gas de Bolivia, le asignó una concesión para buscar petróleo y gas cerca de las Islas Malvinas y le otorgó el control de dos importantes y modernas centrales termoeléctricas, con ciclos combinados que están entre los más encientes del sistema.

El presidente Alberto Fernández dio de baja los artículos 6, 8, 9, 10 y 11 del Decreto 882/2017 del 1 de noviembre de 2017, por el que Macri y Aranguren ordenaron la “venta, cesión o transferencia" de las acciones estatales en Citelec (empresa controlante de Transener, en donde el Estado comparte la participación junto a Pampa Energía).

Los ex funcionarios también habían instruido la enajenación estatal de Central Dique, la Central Térmica caemos, las acciones en Central Puerto, en Centrales Térmicas Patagónicas, la transportista eléctrica Transpa (de la Patagonia), las termoeléctricas Manuel Belgrano I y II, José de San Martin (Central Timbóes), Vuelta de Obligado y Guillermo Brown. Además, el decreto planteaba la privatización de Dioxitek, la compañía que produce suministros para la medicina y la energía nuclear (uranio y Cobalto 60).

La ex Enarsa tendrá el control del 65% de la Termoeléctrica Manuel Bolgrano S.A. (ubicada en Campana. Buenos Aires, y con una potencia instalada neta de 823 megavatios -MW-) y el 68% de Timbóes (en Santa Fe. con 825 MW), plantas que fueron construidas a partir de 2005 mediante el Fondo para Inversiones necesarias que permitan incrementar la oferta de energía eléctrica en el Mercado Eléctrico Mayorista (Foninvemem). El resto de acciones son de Central Puerto, AES, Enel y Pampa Energía, aportantes del fideicomiso.

Por otro lado, el Gobierno le adjudicó permisos de exploración petrolera a la ex Enarsa en dos áreas que suman 9000 kilómetros cuadrados (km2) en la Cuenca Malvinas Oeste.

Y le cambió otra vez el nombre a las represas hidroeléctricas de Santa Cruz (a 130 kilómetros de El Calafate), que se financian con u$s 4100 millones de China; volverán a llamarse Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, en vez de La Barrancosa y Cóndor Cliff. La obra tiene un avance físico del 21,6% y la inauguración está estimada entre fines de 2023 y principios de 2024, según contaron fuentes oficiales a este diario.