
La minería en Córdoba está mencionada en el Acta de Fundación de la Ciudad de Córdoba: “…en la tierra existe gran cantidad de leña, piedra y cal y de que en sus sierras y cordilleras se han hallado todo género de metales…”. Una de las primeras acciones de Jerónimo Luis de Cabrera en el año 1573, fue encomendar a Hernán Mirabal que fuera al Valle de Soto, a lo que en realidad habían venido: explorar en busca de Oro y Plata.
Pero no fue hasta 1587, cuando desde Paraguay arribaron los miembros de la Compañía de Jesús, que la actividad minera en Córdoba realmente comenzaría. Lo atestiguan los innumerables objetos tallados en piedra sapo que se pueden ver hoy en la Iglesia de la Compañía de Jesús, el Colegio Nacional de Monserrat, la Catedral de Córdoba, la Estancia de la Candelaria, entre otros lugares emblemáticos. Los Jesuitas, que tenían amplios conocimientos metalúrgicos, iniciaron también tareas de concentración de minerales, que luego enviaban a España anualmente.
En la Estancia San Ignacio, en el Valle de Calamuchita entre Santa Rosa y Calmayo, la orden religiosa fundía hierro y cobre provenientes de las minas llamadas Tío, Tauro y Tacurú. Con este mismo nombre, es posible encontrar en los archivos de la Secretaría de Minería de Córdoba estos históricos yacimientos, que surtieron la materia prima para la construcción de campanas y objetos sagrados. Esos objetos pasaron a adornar las iglesias de la Compañía. Por otra parte, en 1586 ya se extraían calizas en las áreas de Malagueño, Yocsina, La Calera y Río Ceballos. Se las destinaba a la fabricación de cales.
Según consta en el Archivo Histórico de la Provincia, en 1601 tuvo lugar el primer denuncio minero en Córdoba, “…a trece días del mes de septiembre ante el Capitán Luis de Abreu y Albornoz…denuncia el Capitán Juan de Burgos… dos minas de Plata y Oro o de lo que fuera en el Valle de Ungamira…”
En 1609 se comenzó a desarrollar una incipiente industria metalúrgica en el Valle de Soto, para abastecer la demanda de herrajes de aberturas para la pujante ciudad de Córdoba. En 1770 se comenzaron a utilizar productos mineros de La Calera y Río Ceballos para la canalización y conducción de agua para la Ciudad de Córdoba, desde el Paseo Sobremonte. En 1776 Carlos III de España creó el Virreinato del Río de La Plata. El Marqués Rafael de Sobremonte asumió el cargo de Virrey en 1783. Sobremonte tomó muy seriamente la importancia minera cordobesa, especialmente por las minas de hierro y cobre ya nombradas, de Calamuchita. El 8 de Abril de 1795 se llevó a cabo una fundición de concentrados de metal en el Convento de San Francisco, en presencia del propio Marqués. (...)
Fuente: Cba24n
901 lecturas | Ver más notas de la sección Minería