Los partidarios de la minerÃa recuerdan entonces que el ex gobernador, que murió el 31 de octubre pasado, hizo en 2010 un encendido discurso en favor de la actividad. "Hay comarcas que paulatinamente se han ido degradando, vÃctimas de la desertificación. Recuperarlas implica un esfuerzo económico que es imposible de llevar a cabo sin utilizar sus recursos. Es indispensable establecer en la Meseta Central polÃticas que aseguren la producción y el trabajo para asegurar el arraigo de mejores condiciones de vida para nuestra población. Tenemos que desarrollar la explotación de los recursos mineros, única herramienta que tenemos para conseguirlo. No lo vamos a hacer sin cuidar el medio ambiente", expone en un video que circula en la web y que lo muestra enérgico, con barba y ovacionado por la tribuna. Los detractores de la minerÃa prefieren en cambio una entrevista de 2015. AllÃ, más flaco y afeitado, Das Neves sentencia: "Yo nunca he cambiado. Yo tengo mi posición en contra de la minerÃa. La prioridad está en el agua".
Como en Hamlet, donde la palabra del espectro del rey de Dinamarca cobra una relevancia inesperada, Chubut ha incorporado argumentos de quien ya no está: ¿corresponde que el actual gobernador, Mariano Arcioni, complete el mandato que vence en 2019 habilitando el debate por la minerÃa sin antes escudriñar cuál habrÃa sido la voluntad de su antecesor? Es una discusión más religiosa que ambiental, que impulsan principalmente MarÃa y Pablo Das Neves, hijos del dirigente del PJ y objetores activos de la explotación en la provincia. Representa también un dilema económico: Chubut parece haber contraÃdo la enfermedad venezolana, porque centró sus energÃas en un monocultivo, el petróleo, que se agota sin remedio en la medida en que el costo argentino va disuadiendo de producirlo. A mediados del año pasado, Carlos Ormachea, CEO de Tecpetrol, empresa del grupo Techint, lo expuso después de enviar 300 telegramas de despido en el yacimiento El Tordillo: la producción no sólo ya no es rentable en el área, dijo, sino que la compañÃa está destruyendo valor porque, como consecuencia de la madurez de la cuenca y de los bajos precios internacionales, extraer un barril de crudo obliga a inyectar 100 barriles de agua y quÃmicos cuyo costo es superior a lo que reporta el hidrocarburo obtenido. Tecpetrol hizo el ajuste y equilibró la operación.
Chubut no está sola en la discusión, pero emerge como la más urgida de otras seis provincias en las que está prohibida la utilización de cianuro a cielo abierto. Navidad, el segundo yacimiento de plata entre los más grandes del mundo, ubicado en su Meseta Central, podrÃa aportarle unos 1000 millones de dólares de inversión si la legislatura cambiara la ley y le diera vida a la concesión que tiene allà la canadiense Pan American Silver. Brotes verdes en medio el desierto patagónico: una tentación para cualquier polÃtico. Y también el punto de partida de un contrapunto incipiente que explotará, valga la metáfora extractiva, en el centro mismo de Cambiemos: Elisa Carrió expuso ya a fines del año pasado sus reparos contra una nueva ley de Glaciares, la herramienta que necesita el Gobierno para que se hagan realidad unos 15.000 millones de dólares de desembolsos. Lo hizo a lo Carrió: en camisón, tirada en un sofá y fumando delante del ministro de EnergÃa, Juan José Aranguren , que habÃa ido especialmente a visitarla a su casa de Exaltación de la Cruz por encargo del Presidente. El diálogo fue áspero: duró 120 minutos y casi no hubo avances.
Las divergencias volvieron a plantearse el sábado, con la visita de Ricardo AlfonsÃn a Comodoro Rivadavia. "El lobby minero dice que nosotros estamos en contra de la minerÃa. Pero es una estupidez: es como decir que estamos en contra de la agricultura porque usan fertilizantes que pueden ser peligrosos. No, estamos en contra de la polÃtica minera tal cual está la ley de impresiones mineras, porque no es buena para el paÃs desde el punto de vista económico, fiscal y ambiental", dijo en el hotel Austral, donde pidió mayor diálogo entre el Pro y la UCR, según publicó el diario El Patagónico. La declaración molestó en el gobierno nacional, donde desempolvaron un viejo discurso de su padre, Raúl AlfonsÃn. Es una transcripción que exhiben cada vez que discuten con un radical: el 9 de septiembre de 1985, ante el Organismo Latinoamericano de MinerÃa (Olami), el entonces presidente expuso con argumentos parecidos al Das Neves de 2010. "En el caso particular de nuestros paÃses, la minerÃa se presenta en diversas zonas quizás como la única alternativa válida para el desarrollo regional de áreas históricamente sumidas en el atraso y la pobreza", dijo AlfonsÃn aquella vez.
Macri quiere avanzar con el tema. Funcionarios del área minera lo han escuchado convencido de que la minerÃa podrÃa ser tan importante aportando divisas como la soja. Para Chubut podrÃa convertirse en una salida: San Juan, por ejemplo, creció entre 2004 y 2015 dos veces y media (244,6 con base 100 en 2004 según el Indec ), bastante más que el paÃs, cuya expansión no llegó a una vez (175,4). La mortalidad infantil, que cayó en la Argentina 41,2% entre 2003 y 2016, se desplomó en San Juan mucho más, 58,7 por ciento.
Por eso Arcioni está tironeado. Mientras el Gobierno e intendentes chubutenses le piden que habilite la discusión en la legislatura para cambiar la ley 5001, que después de las protestas y el plebiscito en Esquel en 2003 prohibió la actividad, no está tan claro el beneficio polÃtico de una explotación que, en todo caso, excederá su gestión. Para cambiar la normativa, los partidarios de la minerÃa deberÃan obtener 14 de los 27 votos del recinto, que se dividen hoy en 14 del Frente para la Victoria, 10 de Chubut para Todos (la corriente de Das Neves) y tres radicales. "Y con los radicales nunca se sabe", dicen en el Gobierno.
Quienes frecuentan a Arcioni dicen que no parece convencido. Sus dudas quedaron expuestas el 20 de febrero, durante una convulsionada visita de Aranguren a la cumbre minera de Telsen, donde se discutió con empresas, legisladores y sindicatos el proyecto Navidad. El gobernador le habÃa avisado a Aranguren que irÃa a buscarlo al aeropuerto de Trelew, pero no fue, y tampoco estuvo en la cumbre. "Como gobernador acompaño esta visita nacional, pero no voy a estar formando parte del debate porque creemos que no están dadas las condiciones para un debate esclarecedor y productivo", explicó después.
El encuentro fue duro y tuvo incidentes. Molesto con un vallado que por poco llegaba a la iglesia, Antonio Sánchez, párroco de Telsen, se acercó y pidió exponer. Anticipó entonces que venÃa en representación de los mapuches y los tehuelches, planteó perjuicios que el proyecto podrÃa provocarle a la comuna Gan Gan y se quejó de la represión policial a los manifestantes. "La invitación ha sido muy direccionada para los que están en defensa de la megaminerÃa. Pareciera que la zona nuestra es zona de sacrificio, parece que no valemos. ¿No valemos los que estamos? ¿No servimos? Somos dos mil personas y nos pasan por arriba en este debate", dijo después a radio Sudaca.
Los funcionarios negaron eventuales daños ambientales y enumeraron los beneficios para la comunidad. "No creo en lo que están mostrando", contestó el sacerdote, y se fue con esa idea. Será difÃcil acercar posturas. Entre tecnicismos y promesas incumplidas, hay rincones de la Argentina en donde la minerÃa es todavÃa un acto de fe.
Fuente: La Nación
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