El fracking se ha convertido en el tema más reciente para poner a prueba al gobierno de coalición del canciller Olaf Scholz , después de que el ministro de Finanzas, Christian Lindner , planteara la posibilidad de levantar la prohibición parcial de Alemania la semana pasada.
"Tenemos considerables reservas de gas en Alemania que se pueden extraer sin poner en peligro el agua potable", dijo el lÃder del neoliberal Partido Democrático Libre (FDP) al Funke Media Group. La extracción podrÃa ser dentro de las condiciones ecológicas, dijo Lindner, antes de argumentar que, de hecho, serÃa más "irresponsable renunciar al fracking por compromisos ideológicos.
Después de presionar para extender la lÃnea de vida de la energÃa nuclear, Lindner ahora quiere fracking.
El método de extracción —fracturar la roca madre mediante el bombeo de agua y productos quÃmicos para liberar gas - se prohibió parcialmente en Alemania en 2016, pero un grupo de polÃticos principalmente de la extrema derecha, han insistido en que sigue siendo una forma viable de encontrar nuevos combustibles fósiles en suelo alemán.
El Ministerio de Medio Ambiente, dirigido por Steffi Lemke del Partido Verde , no perdió tiempo en rechazar la idea de Lindner.
¿Es el fracking una opción?
Eso fue respaldado por Mathias Koch, asesor de polÃticas sobre la transición energética alemana en E3G, un grupo de expertos independiente sobre cambio climático en BerlÃn. "Para cuando el fracking pueda hacer una contribución significativa al suministro de energÃa de Alemania, ya podemos ahorrar mucho más mediante el aislamiento de edificios y la instalación de bombas de calor, dijo a DW. Es irresponsable distraer la atención de las soluciones reales arrastrando otro problema sin importancia al frente.
En teorÃa, Alemania tiene suficiente gas natural en su propio territorio para cubrir el 20% de las necesidades del paÃs, pero solo la mitad es "económicamente viable", según la asociación de la industria del gas y el petróleo BVEG. Además de eso, BVEG le dijo a la emisora ARD en abril que se necesitarÃan tres años de exploración solo para establecer dónde deberÃan estar los nuevos sitios de extracción, mas el tiempo de comenzar a bombear gas del suelo.
Otros problemas del fracking son los inevitables daños ambientales, el peligro de liberación de metano (un gas aún más peligroso para el clima que el CO2) e incluso la amenaza de desencadenar terremotos. Todo esto explica por qué el fracking también es impopular: una encuesta realizada por la encuestadora Infratest Dimap de agosto de 2022 encontró que solo uno de cada cuatro
alemanes está a favor del fracking en su paÃs, en comparación con más de la mitad a favor de extender la energÃa nuclear. (...)
Fuente: DW-WORLD
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