Avanza el plan para abastecer de energÃas de fuentes renovables a las empresas en la Argentina. La ley 27.191 indica que para 2018 el 8% de la energÃa de las compañÃas deberá provenir de fuentes "limpias" (20% en 2025). AsÃ, ya está en marcha un gigantesco movimiento de fondos de inversión, constructoras y proveedores, que estima mover una suma de US$ 4000 millones.
Según explica Ariel Maieru, presidente de EIT Group, una constructora que instala parques eólicos y fotovoltaicos, el entramado es asÃ: el Estado saca una licitación pública para los que quieran vender energÃa renovable y se presentan varios interesados; luego, se firma un contrato y se empieza con la construcción del parque eólico o solar. Entonces, la empresa que firmó ese contrato le dice al fondo de inversión que necesita el dinero para empezar a construir y el fondo aporta los recursos.
Las empresas pueden adquirir energÃa renovable de tres maneras: una es quedándose en Cammesa (pero Cammesa no va a llegar a proveer los porcentajes de energÃa limpia estipulados); otra es instalando lo necesario para producir la energÃa en sus propias plantas (autogeneración). Y la tercera forma es comprando energÃa a un generador privado. "Para este último caso, el Ministerio de EnergÃa publicó el 5 del actual un borrador de resolución que fija las normas para el mercado de energÃas renovables entre privados", explica Juan Bosch, presidente de Saesa, firma de trading de energÃa y gas natural.
"Nuestra propuesta es, más que hacer grandes parques, instalar centrales a los clientes en su propia planta; que es lo que se llama autogeneración. Tenemos ya más de 25 empresas anotadas, interesadas en comprar energÃa renovable", indica Bosch.
El negocio no es menor: hay en total más de 8000 grandes usuarios en la Argentina. Un ejemplo de autogeneración es Dow, que dijo que va a invertir en su propia planta eólica US$ 30 millones. El resto de las empresas, entre ellas, Unilever, P&G, Quilmes, Bayer, Andreani, Demsa, Ferrosur, Impsa y Enerpal, tienen entre sus planes dar cumplimiento a lo que establece la ley 27.191, por lo que tendrán que nutrirse de energÃa renovable.
En la empresa Quilmes comentan que este año asumieron un compromiso global para que a partir de 2025 el 100% de la energÃa eléctrica provenga de fuentes renovables, contribuyendo con el cumplimiento de los objetivos ambientales y climáticos acordados en la Conferencia Climática de ParÃs (COP21) en 2015. "Comenzamos un proceso de licitación con más de 12 proveedores locales con distintas tecnologÃas, enfocados en energÃa solar y eólica que nos permite explorar alternativas de compra directa entre privados. Pero también estamos analizando diferentes opciones de autogeneración a través de la reutilización de subproductos de nuestro negocio", señala Vanesa Vazquez, jefa de Sustentabilidad de CervecerÃa y MalterÃa Quilmes.
En Unilever dicen que en la Argentina su primer objetivo es reducir el consumo energético de sus plantas y su logÃstica para después ir hacia la energÃa limpia. "Para ello, implementamos una metodologÃa que nos permitió reducir en el último año un 7% el consumo de energÃa en nuestras plantas de manufactura y un 11% las emisiones de CO2 logÃstica", cuentan desde la compañÃa.
Por ahora, el gran volumen se está moviendo por el lado de las empresas que construyen los parques y que cerraron acuerdos de venta de energÃa a Cammesa (a su vez, como se dijo, después Cammesa se la vende a las distintas compañÃas interesadas). Hay una veintena de firmas constructoras: Genneia, Biomas Crop, Envision, Eren, PAE, Isolux, Diaser, Jemse, Fides Group, Soenergy International y Quaatro Participacoes son algunas de ellas.
Maieru explica que todas las empresas se ven obligadas a salir a buscar proveedores de energÃa de fuentes renovables. "Estos proveedores son personas o compañÃas que invirtieron en energÃa solar, eólica o biomasa y la ofrecen a las firmas. Éstas hacen un contrato con estos proveedores por una determinada cantidad de años por la provisión de energÃa eléctrica a base de una fuente de energÃa renovable", comenta.
Las empresas, en lugar de gastar en comprar energÃa eléctrica, gastan en comprar energÃa renovable. El beneficio global es que el paÃs no tiene que gastar recursos en gas y petróleo. El otro beneficio es que genera nuevos empleos: cada parque eólico implica 500 puestos por dos años, además de las fuentes de trabajo indirectas. Hoy se están construyendo 59 parques eólicos y solares en el paÃs.
En cuanto a la inversión para construir este tipo de proyectos, en promedio se estima que para un parque solar se necesita US$ 1 millón por MW y para un parque eólico, US$ 1,2 millones por MW. La componente de construcción es aproximadamente un 25% del monto total del proyecto, según precisa Maieru.
Fuente: La Nación
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