
En octubre del año pasado el gas natural argentino volvió a fluir hacia Chile tras once años en los que el declino de la producción marcó no sólo el abrupto corte de la senda exportadora sino también la disparada de las importaciones. El balance de este año muestra que la tendencia ha comenzado a revertirse dado que las exportaciones al vecino paÃs superaron en volumen a las importaciones de buques metaneros.
Hasta septiembre pasado el paÃs importó un total de 26 buques metaneros que descargaron su gas natural licuado (GNL) en el puerto de Escobar.
Este volumen representa una caÃda interanual del 53% en lo que hace a la cantidad de buques que ingresaron al paÃs, dado que en 2018 habÃan sido 34 los barcos que descargaron en Escobar y 22 los que amarraron en BahÃa Blanca, en la barcaza regasificadora que dejó el paÃs a fines del año pasado.
En tanto que las exportaciones de gas natural hacia Chile alcanzaron en los primeros nueve meses de este año los 1.445 millones de metros cúbicos. Durante el mes pasado fueron más de 120 millones los que se adicionaron, dado que, con el inicio de la primavera, comienza la temporada alta de envÃos al exterior.
Ese volumen total es superior a los 1.560 millones de metros cúbicos y representa el equivalente a más de 27 buques metaneros, por lo cual por primera vez desde el inicio de las importaciones de gas natural licuado la balanza energética en este punto es favorable a la producción nacional.
Ahora bien, en términos económicos la ecuación no es igual y arroja un saldo negativo. Es que los buques de GNL se importaron este año a valores que fueron desde los 6,7 a los 4,2 dólares por millón de BTU (la unidad de medición británica utilizada para el gas), precios a los cuales se debe adicionar el costo de regasificación y transporte. (...)
Fuente: Diario RÃo Negro
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