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"La minería podría producir más dólares que el campo"

09/04/2021 | ARGENTINA | Minería | 2033 lecturas | 77 Votos



El perfil de largo plazo de las inversiones requiere de estabilidad económica. La actividad aporta el 3% al PBI argentino. La mayoría de los capitales son extranjeros. Néstor Rigamonti y Leonardo Rodríguez, miembros del Instituto Argentino de Derecho para la Minería, destacan el potencial minero.




Pese a la urgencia que tiene la Argentina por generar dólares el país se permite maniatar a algunos sectores con enorme potencial para producir divisas. La minería es uno de ellos. Arrastra las cadenas impuestas por la militancia ambientalista y el candado que le han puesto en algunas provincias. Pero, allí adonde logró desarrollarse, dejó a la luz su enorme efecto multiplicador y el alto impacto de la creación de empleo en zonas olvidadas por la inversión privada.

Hace un año que nació el Instituto Argentino de Derecho para la Minería. En su corta vida ya le tocó atravesar una pandemia, pero sigue adelante. Néstor Rigamonti, presidente del Iadem, y Leonardo Rodríguez, ejecutivo de la entidad, ambos abogados, dan cuenta del estado de situación de un sector que, como ellos mismos afirman, podría generar más ingresos que el campo.

-¿Qué impacto tiene la pandemia en la actividad minera?

-Rigamonti: El año 2020 estuvo signado como en todas las activiades por la pandemia. En Argentina la particularidad de los yacimientos mineros, en la actividad metalífera sobre todo, es que la gente hace campañas de 15 días de trabajo en el yacimiento y no viven en la misma provincia. Con lo cual representó todo un desafío trasladar al personal desde su domicilio hasta los yacimientos. En el pico de la pandemia eso implicó una conflictividad de logística enorme, pero se fue subsanando poco a poco. En el comienzo, los traslados interjurisdiccionales eran realmente problemáticos.

-¿Cuál sería la radiografía de la minería argentina? Los expertos suelen decir que se trata de una actividad nueva, aunque podría creerse lo contrario.

-Rodríguez: Lo que es nuevo en la Argentina es la minería moderna. Tardó en ingresar en el país. Por otro lado, decimos que es una actividad nueva por el volumen adquirido recién a partir de los "90. Como actividad productiva aporta poco al PBI, normalmente anda entre el 1 y el 3%, como mucho. Es decir que hay mucho por hacer. Sólo el 25% del territorio con potencial minero ha sido explorado y explotado, con lo que resta mucho por avanzar en el sector. Siempre decimos que es una actividad en pañales. En función de lo que se hace y de lo que se ha hecho, existe un gran potencial. No tenemos un territorio maduro.

-Algunas provincias, tal el caso de Chubut, flexibilizarían las normas para que operen las mineras. ¿Es un paso adelante?

-Rodríguez: Chubut está demostrando que las posiciones se pueden cambiar. Aquellos que estaban a favor de la minería lo comienzan a manifestar. La gran mayoría respalda la actividad. Pero las minorías bulliciosas terminan haciéndose notar mucho más que las mayorías silentes. Hay un debate interesante. Los que se oponen, recurren a la violencia, impiden el debate legislativo y el funcionamiento de las instituciones de la democracia, con el peligro que esto implica. Afurtanadamente lo que se ha dado en Chubut es que la mayoría silente se manifiesta a través de comunicados y documentos, pero en los medios lo que termina teniendo un mayor impacto son las manifestaciones violentas y los disturbios. Si Chubut logra avanzar en la zonificación y habilita el desarrollo de la actividad minera en la meseta, tal vez otras provincias que la prohibieron sigan la misma senda. Cuando ocurrió la prohibición, la primera en dar el puntapié inicial fue Chubut, y eso produjo un efecto dominó. Espero que se desande ese camino.
-Rigamonti: Se está volviendo a discutir donde la minería está prohibida. Argentina necesita de la minería por el ingreso de dólares genuinos y el empleo de mano de obra. Hay un efecto multiplicador claro en las zonas geográficas adonde hay actividad minera viable. Es positivo que ahora se discuta justamente allí adonde no se estaba discutiendo. Creemos que es importante no sólo el trabajo de las empresas mineras en instruir a la gente y desmitificar el tema, sino también el trabajo de las autoridades y los sectores que se benefician con el efecto multiplicador. La minería derrama sobre los demás actores de la cadena de valor.

-Rodríguez: Por cada empleo directo que genera la minería, produce 4 indirectos. Ese es el efecto multiplicador de la actividad minera.

INVERSION

-Existen tres niveles en la explotación minera: metales preciosos, metales industriales y piedras de aplicación. ¿En cuál pisamos más fuerte?
-Rodríguez: En toda la zona central de la provincia de Buenos Aires la actividad es fuerte en minerales de tercera categoría, destinados a la construcción y el ornamento. También en los minerales de primera, los preciosos en general como el oro, plata y cobre, que es industrial no precioso. Los de segunda categoría son más o menos los mismos pero difiere la forma en que son encontrados. Por ejemplo, en los lechos de los ríos. Argentina es fuerte y tiene un enorme potencial en oro, plata y cobre. No es un actor importante aún en al fase productiva porque estamos en pañales, pero se están desarrollando proyectos. Claro que resulta difícil desarrollarlos por la inversión de envergadura que requieren. Mucho más arduo es en este contexto de pandemia y con una economía golpeada como la de Argentina.

-Teniendo en cuenta los problemas de la macroeconomía argentina, ¿qué es lo que espanta a la inversión minera?

-Rodríguez: Los inversores miran con mucha preocupación los controles de cambio. Piensan que tal vez luego no podrán recuperar lo invertido y enviar los dividendos al exterior. Son emprendimientos que recuperan su inversión en 5 o 10 años. La vida útil de una mina puede ser de 10, 20 o 30 años. La mina Aguilar de Jujuy tuvo 90 años. Se mira con mucha preocupación eso. También la dificultad para acceder al crédito. Hasta que no tengamos las cuentas en orden será difícil acceder a tasas de mercado. Se mira con preocupación también la constante devaluación de la moneda, y fuera de lo que es la economía, pero que tiene un notable impacto, son los conflictos sindicales. Es difícil trabajar si te pueden bloquear una planta en cualquier momento.

-Los petroleros lograron modificar el convenio laboral para adecuarse a la explotación en Vaca Muerta. ¿Cómo es el nivel de diálogo entre empresas y sindicatos en la minería?

-Rigamonti: En términos generales hay un buen diálogo con los metalíferos, aunque existen puntos de vista que pueden ser distintos. En el escenario del Covid durante el 2020 y en lo que va del año hubo un acompañamiento y un trabajo importante entre las empresas y los sindicatos, junto con el Gobierno. Todos aprendimos de esto. Dentro de lo negativo del contexto, un aspecto positivo fue este trabajo en pos de un objetivo común: mantener la salud de los trabajadores y sus comunidades, y mantener el funcionamiento del yacimiento y por ende el empleo. Se lograron ambos objetivos.

IMPUESTOS

-¿Cómo impactan las retenciones en la actividad minera?

-Rodríguez: Pegan de una forma tal que de un día para el otro vuelven inviables a un proyecto. Si las meten hoy, algunos tienen que cerrar. Los márgenes que se manejan en este negocio son acotados. La gente piensa que es un negocio millonario que genera una ganancia estrafalaria. La realidad es que se trata de una actividad que requiere de mucha inversión. Para tener un proyecto productivo pasan otros 100 de exploración, con inversiones que quedaron ahí enterradas y nunca se van a recuperar. El número final del rendimiento no es tan algo como se piensa. Que pongan 5 o 10% de retenciones (actualmente son del 8%) es un impacto fuertísimo para cualquier proyecto.

-Rigamonti: Finalmente lo importante es la carga tributaria local que tiene un proyecto. Ahí lo que importa es la comparativa entre la situación de un proyecto en Argentina con respecto a los países vecinos que compiten por las mismas inversiones. Los países con tradición minera como Chile y Perú tienen la ventaja de contar con mayor mano de obra calificada, aunque nosotros estamos mejorando en eso. También tienen mayor cantidad de proveedores calificados. También la Argentina mejoró en eso en los últimos 20 años, pero no tenemos variedad y disponibilidad como Chile y Perú. A la hora de competir por las inversiones, estamos en un pie de desigualdad.

-Rodríguez: Además, el contexto macro de ellos es más estable, tienen una mejor moneda. Arrancamos desde muy atrás.

-¿Existe una política de aliento a la actividad por parte del Gobierno nacional?

-Rigamonti: El Gobierno nacional y los provinciales claramente están a favor de la actividad. Hay una actividad sectorial orientada al desarrollo de la minería. Pero hay una cantidad de factores macro que exceden a lo sectorial. La devaluación, la falta de crédito, son problemas con los que está lidiando el Gobierno nacional, pero evidentemente impactan.

-Dado el contexto de la restricción para el acceso a las divisas, ¿se dificulta la compra de insumos? ¿Son mayormente importados?

-Rigamonti: Los insumos de la actividad son en un 80% de origen nacional. Se importa poco. En términos de balanza comercial, la relación es de 9 a 1 en materia de ingreso y egreso de dólares por la minería.

-Rodríguez: Ese es un tema relevante. Hay que destacar lo importante que puede ser la minería para la economía argentina. Este Gobierno le ha prestado atención al sector y ha intentado promoverlo. Comparado con gestiones anteriores, el esfuerzo es mucho mayor. Hay que darle un espaldarazo fuerte. La minería puede ser un complejo exportador como lo es el agro, tiene el potencial para producir más dólares que el campo. Pero requiere de un trabajo provincial, no se puede tener a las provincias prohibiendo la actividad. La minería puede generar divisas y traer progreso. Lamentablemente, donde se desarrolla la minería es en lugares donde el progreso ha llegado poco y nada. Puede llevar progreso a esos lugares y servir a su vez para que la economía comience a recuperarse. El gran problema es la falta de dólares.

FUTURO

-¿Podemos ser un país minero?

-Rigamonti: No es utópico pensarlo, tenemos un potencial geológico enorme. Lo que en este momento tira para atrás todo eso es la perspectiva de inestabilidad. Esta es una actividad en la cual se invierte mucho dinero con largos plazos de recuperación, y la inestabilidad resulta poco confortable.

-Rodríguez: Si se despejara el problema político, que haya una política seguida de manera uniforme, eso produciría un cambio fundamental y vendría una ola de inversiones importantes. El inversor minero conoce el riesgo, puede lidiar con una economía como la argentina. Saben actuar frente a estos vaivenes, pero a lo que no están acostumbrados es a pasar de una provincia a la otra y que las reglas del juego cambien diametralmente.

-¿Las inversiones son mayormente de capitales extranjeros o hay empresas nacionales?

-Rigamonti: El capital es mayormente extranjero. El capital argentino está focalizado en empresas de servicios. De a poco algunos están entrando en la actividad minera. Pero en general, por acceso al capital y expertisse, los proyectos son desarrollados por empresas internacionales.

-¿Se les puede poner una bandera o son multinacionales?

-Rodríguez: Tienen bandera. Los capitales más importantes en la Argentina han sido los canadienses. Pero también hay participación americana, china, algo de Japón, Australia, Sudáfrica y el Reino Unido. Históricamente más del 50% de la participación era canadiense. La inversión argentina en exploración y explotación es baja. Se lo atribuyo más a un tema cultural. El inversor local le tiene aversión al riesgo minero. Se refugia en inversiones más seguras como el Real State o el sector agrario.

-¿Se ha registrado un incremento de inversiones chinas en la minería durante los últimos años?

-Rodríguez: Hay inversiones chinas. Pero parecía que se venía un aluvión, pero después se detuvo. No ha habido una gran cantidad. Sí ha tenido más participación de la que tuvo históricamente. Pasó de una participación ínfima a representar hoy el 5% total de la torta.

-¿El litio es la promesa de la que tanto se habla en la Argentina?

-Rodríguez: En la medida en que se promuevan las inversiones, se podrá desarrollar eso. Acá nos damos cuenta de la riqueza, pero discutimos quién se la lleva. Cuando estemos preparados para explotarla, tal vez los autos se muevan a agua. Hay potencial, pero se tiene que desarrollar. No tienen que empezar a contar el dinero antes de tiempo. Hay que hacer un trabajo serio para traer la inversión, darle al inversor los mecanismos suficientes para que tenga la certeza de que su inversión va a estar protegida.

Fuente: La Prensa

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