
La compañía china llegó al país con cinco empleados en 2001, el mismo año en que desembarcó en Brasil, y como toda organización del gigante asiático se propuso un objetivo de largo plazo.
Con 20 años, la firma tiene 500 empleados en el país –de los cuales algo más de 30 por ciento son chinos– y está entre los cuatro mayores proveedores de tecnología para las telecomunicaciones, compitiendo con empresas como Ciena, Nokia y Hewlett Packard.
Cuando el país inició el ciclo devaluatorio, en el final del gobierno de Mauricio Macri, la compañía sacó el pie del acelerador en materia de aparatos celulares y se concentró en diversificar sus negocios, con un fuerte apoyo en la tecnología que utilizan los operadores de servicios de telecomunicaciones.
En el país cuenta con alrededor de mil clientes, entre ellos Telecom, Movistar o Claro.
También provee a empresas del sector bancario, minería, supermercados, productores de fibra óptica, fabricantes de servidores, productores de equipos de radio enlace y prestadores de videollamadas y conectividad wifi.
En el sector público también coloca productos para gobiernos provinciales, cuando se hacen cargo de infraestructura para telefonía, y a municipios, por ejemplo con sistemas para cámaras de seguridad.
Según datos de mercado, tiene además de una red de 150 partners que le dan capilaridad en la industria de la telefonía, con quienes prepara planes de negocios para telefonía 5G, cuya llegada al país todavía está en análisis en los despachos del Gobierno nacional. (...)
Fuente: La Voz del Neuquén
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