
El oleoducto Vaca Muerta Sur continúa su construcción en territorio rionegrino con el inicio de la bajada de caños a zanja y la preparación de cruces especiales, según confirmó esta semana la Secretaría de Hidrocarburos de la provincia. Se trata de una obra estratégica que permitirá transportar petróleo desde el núcleo de producción en Neuquén hasta la costa atlántica, en Punta Colorada.
En la última inspección realizada por técnicos del Gobierno de Río Negro y personal de la empresa ejecutora, se verificó el trabajo de cinco máquinas “tiendetubo” que realizan de forma sincronizada el descenso de los tramos soldados al fondo de la zanja. Amelia Lapuente , responsable del área de Instalaciones de la Secretaría de Hidrocarburos, explicó que esta es “una de las etapas más delicadas de la construcción” y que se ejecuta con rodillos especiales para evitar daños en el ducto.
En paralelo, comenzaron los preparativos para los cruces dirigidos bajo rutas, vías de ferrocarril y canales de riego. Estas maniobras se realizan con tuneleras que permiten perforar el terreno sin afectar las infraestructuras existentes.
El oleoducto Vaca Muerta Sur es una de las mayores obras de infraestructura energética en ejecución. Su trazado conecta la zona de Añelo, epicentro de la actividad no convencional, con la terminal exportadora de Punta Colorada. La obra es impulsada por Oleoductos del Valle (Oldelval) y acompañada por el gobierno nacional y las provincias involucradas.
Este nuevo sistema de transporte permitirá incrementar significativamente la capacidad de evacuación de crudo de la Cuenca Neuquina y habilitar un nuevo punto de salida al Atlántico. En un contexto de crecimiento sostenido de la producción, la obra busca facilitar la expansión del mercado exportador.
De forma simultánea al tendido del oleoducto, las Secretarías de Hidrocarburos y de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro realizaron un relevamiento conjunto en el bloque Confluencia Sur. Allí, la empresa Phoenix ejecuta perforaciones orientadas al desarrollo de hidrocarburos no convencionales.
El inspector de Ambiente, Gastón González, detalló que se verificó “el manejo de químicos, residuos y maniobras operativas”. También se realizó un monitoreo de gases y se controló que los recortes de perforación con lodo base petróleo sean enviados a plantas habilitadas para su tratamiento.
Por parte de la Secretaría de Hidrocarburos, el inspector José Ricciardulli explicó que se cotejaron los partes diarios presentados por la empresa con lo observado en campo. “Nuestra tarea es verificar que la información coincida con lo que efectivamente sucede” , señaló. Según el funcionario, las tareas muestran parámetros similares a los del proyecto anterior en Confluencia Norte, donde Phoenix registró buenos resultados.
Fuente: ADN Sur
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