
En menos de diez años, la fractura hidráulica en Argentina dio un salto histórico. Lo que en 2016 era el “estándar†—50 BPM y apenas una etapa por dÃa— hoy parece anecdótico frente a los 120 BPM en operaciones normales, la irrupción de la fractura simultánea (simulfrac) que apunta a 160 BPM y la consolidación de los pads multipozo como práctica más extendida.
Este salto histórico responde al alto nivel de innovación que se viene aplicando de manera sostenida, pese a los contratiempos de la coyuntura polÃtico-económica. Los números muestran que, en Vaca Muerta, esto se traduce en crecimiento sostenido de la producción durante los últimos tres años; un primer semestre de 2025 de alto rendimiento, y una proyección muy auspiciosa para lo que resta del año.
Los ejemplos de innovación son, principalmente:
- La introducción del simulfrack como técnica clave en no convencionales.
- El salto tecnológico del monitoreo en tiempo real de las operaciones en campo, con sistemas de sensado y análisis de datos.
- Uso de fluidos HVFR que optimizan el transporte de arena y reducen el consumo de agua y quÃmicos.
- Uso de gas como combustible para reducir emisiones y bajar costos operativos.
- La reducción progresiva de emisiones de carbono, mediante la eficiencia operativa y la transición hacia tecnologÃas más limpias.
- La profesionalización y expansión de la cadena de servicios local, clave para sostener la escala de actividad.
Esta potencia ya instalada muestra que la industria Oil & Gas de nuestro paÃs ya se consolidó entre las principales cuencas shale del mundo. El desafÃo que viene dependerá de cómo se combine innovación, sustentabilidad y eficiencia económica.
Fuentes: Jose L. Morales O. (LinkedIn) / David González Pérez (LinkedIn)
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