El protagonista de este hecho es el Seaways Eagle, de 228 metros de eslora, que transporta unas 70.000 toneladas de petróleo hacia el Golfo de México.

Este envío inaugura oficialmente las operaciones de exportación directa desde la terminal Rosa Negra, situada a 30 kilómetros de Bahía Blanca. La nueva infraestructura, pensada para operar en altamar con buques del tipo Aframax y Suezmax, forma parte de una inversión de USD600 millones que posiciona a Vaca Muerta en una nueva liga logística a nivel internacional.

La terminal cuenta con seis tanques de almacenamiento, brazos de carga modernos, sistemas de seguridad ambiental, una subestación eléctrica y dragado a 18 metros de profundidad. Además, se reemplazaron las tradicionales monoboyas por un muelle fijo en forma de T, lo que permite operar con mayor eficiencia y seguridad, según indicó la publicación Minuto NQN.

Gracias a estas mejoras, la capacidad de despacho podría alcanzar entre veinte y veinticinco buques al mes, lo que implicaría exportaciones por más de USD8.000 millones anuales. Todo esto se articula con los oleoductos que conectan la producción de Vaca Muerta con la costa, como el sistema Oldelval y los nuevos proyectos Duplicar Plus y Duplicar X.

La llegada del segundo buque, el Aframax P Long Beach, confirma que la actividad tendrá un ritmo sostenido. Este barco, con capacidad para más de 100.000 toneladas de crudo, será el próximo en sumarse.

Aunque Puerto Galván también realiza despachos menores a través de la firma Trafigura, toda la atención está puesta en este nuevo muelle. Más allá del impacto directo en Vaca Muerta, la terminal representa una puerta para el ingreso de divisas y para la generación de empleo, ya que se crearon 1.500 puestos de trabajo.

Puerto Rosales mueve el 70% del petróleo crudo del país