El gobierno anunció el 17 de agosto que los combustibles permanecerán congelados hasta el 31 de octubre. A cambio, negoció con las petroleras una baja del barril criollo que pasó de 61 a 56 dólares. En ese momento, la brecha con el precio de paridad de exportación era de unos 20 dólares porque el Brent cotizaba a 85 dólares y a esa cifra habÃa que descontarle unos 10 dólares por retenciones y gastos. Desde ese entonces, el Brent trepó hasta 96 dólares, lo que obligará a una corrección mayor en el surtidor una vez que expire el congelamiento.
A su vez, si se libera el mercado de cambios —un punto en el que coinciden los principales referentes de la oposición— y se descongelan los impuestos a los combustibles, la corrección terminará siendo triple (por precio, tipo de cambio e impuesto) y motivarÃa una suba en las pizarras de las estaciones de servicio que podrÃa llegar al 197 por ciento .
Si se decide eliminar el desacople entre el precio local del crudo y la paridad de exportación (el valor que cobran las petroleras cuando venden el hidrocarburo al exterior), el precio del petróleo en el mercado interno deberÃa subir unos 30 dólares (de 56 a 86 dólares, descontadas retenciones y gastos) si se toma como referencia la cotización internacional de este viernes. Cerca del 60 por ciento del precio de los combustibles está determinado por el importe del crudo. Por lo tanto, el impacto en el surtidor por la suba de 50% en el valor del petróleo local no serÃa del 50% sino del 30%.
Fuente: Econojournal
911 lecturas | Ver más notas de la sección Actualidad