
Desde comienzos de octubre, las señales del grupo liderado por Arabia Saudita apuntan a una estrategia más flexible. Si bien durante gran parte del año la OPEP mantuvo un esquema de recortes coordinados para apuntalar los precios, la reciente baja de la demanda global y la desaceleración económica en Asia impulsaron un cambio de rumbo .
El mercado interpreta que esta maniobra podrÃa ser una forma de presionar a los competidores y estabilizar los ingresos de los paÃses miembros, incluso a costa de un precio más bajo por barril.
Analistas sostienen que, en el corto plazo, la prioridad del cartel será preservar su influencia sobre el equilibrio global de la energÃa.
En paralelo, la caÃda de las cotizaciones repercute directamente sobre los paÃses importadores, que encuentran un alivio temporal en los costos energéticos , aunque el contexto sigue marcado por la incertidumbre. Las tensiones geopolÃticas y los riesgos en Medio Oriente continúan pesando sobre las expectativas del mercado.
Para los productores de América Latina , como es el caso argentino con Vaca Muerta, la baja del Brent implica un nuevo desafÃo. Los presupuestos de varios paÃses y provincias están calculados con precios superiores, por lo que una tendencia descendente sostenida podrÃa afectar los ingresos fiscales y las inversiones en exploración y producción.
Con la mirada puesta en los próximos meses, el mercado aguarda las señales de la próxima reunión ministerial de la OPEP+ fijada para el 2 de noviembre, donde se definirá si el grupo profundiza esta polÃtica de mayor oferta o retoma los recortes para contener la caÃda del crudo . Por ahora, la presión se siente con fuerza en todos los frentes del mercado energético.
Fuente: Diario RÃo Negro
460 lecturas | Ver más notas de la sección Noticias Destacadas