Para que la suba no redunde en un nuevo aumento en las facturas de los hogares, el Estado desembolsará unos US$ 600 millones anuales. Utilizará parte del dinero proveniente del tarifazo que comenzaron a pagar los usuarios, con el objetivo de reducir los subsidios a la importación de combustibles que se utilizan para generar electricidad.
El Estado desembolsará, en consecuencia, cerca de US$ 150 mil anuales por cada operario, cuya fuente laboral pendía de un hilo. El aumento del valor que reciben las petroleras rondará el 30% y se concretó el viernes, tras la firma de un acta acuerdo entre el Ministro de Planificación, Julio De Vido, Jorge Sagag, Gobernador de Neuquén (el impulsor de la iniciativa) y las empresas operadoras.
Según confirmaron a PERFIL allegados a la negociación, el mecanismo que se encontró para actualizar el precio consiste, por un lado, en redireccionar parte de los fondos (alrededor de US$ 600 millones) recaudados por el fideicomiso que hoy se utiliza para importar gas boliviano y LNG –gas en estado líquido– hacia la recomposición del precio del fluido que pagan los usuarios residenciales (en promedio, US$ 0,60 por millón de BTU).
Y por el otro, en el compromiso de Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado eléctrico, de solventar más caro el gas que quema en las centrales térmicas. Se establecerá un sendero de precios para que, en noviembre, las termoeléctricas paguen US$ 2,40 (hoy les cuesta alrededor de US$ 1,40).
“En la medida en que a las generadoras les cueste más caro el combustible, será imposible no trasladar esos mayores costos a los usuarios”, admitió el Presidente de una de las petroleras que participó el viernes del cónclave en Planificación. Las petroleras que suscribieron el acuerdo son YPF, Petrobras, Pan American Energy (PAE), Pluspetrol, Total y Capex.
Hasta ahora, un productor de gas terminaba recibiendo cerca de US$ 1,60 por millón de BTU, apenas una tercera parte de lo que cuesta traer el fluido desde Bolivia (US$ 4,80) y una quinta parte de lo que vale el LNG que se inyecta en Bahía Blanca (US$ 8). Desde Neuquén calculan que, con estos aumentos, la media local no bajará de los 2,20 dólares.
Hasta el momento, Neuquén fue la única provincia que firmó el acuerdo para aumentar el precio en boca de pozo, pero se descuenta que el resto de los estados productores (Santa Cruz, Chubut, Salta y Tierra del Fuego, entre otros) la suscribirán en los próximos días. Para eso, deberán dejar de lado la impugnación judicial de las subas en las facturas del fluido, según indicaron desde una petrolera. Habrá que ver, en ese sentido, qué hace Mario Das Neves, Gobernador de Chubut.
Fuente: Perfil
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