
Un cierre frenético para un año en la misma tónica para la energÃa argentina.
La anteúltima semana del año condensó buena parte de las tensiones estructurales que atraviesan hoy al desarrollo energético argentino. En el Congreso, el tratamiento del Presupuesto 2026 expuso con claridad que el respaldo polÃtico a la hoja de ruta económica del Gobierno nacional no está desligado de demandas concretas de las provincias productoras. En paralelo, sobre el territorio, RÃo Negro dio un paso institucional clave para ampliar la capacidad de transporte de crudo, mientras YPF movió fichas decisivas para sostener su estrategia exportadora de gas natural licuado.
En Diputados, Neuquén llevó al recinto un mensaje directo: acompañar el Presupuesto requiere que el crecimiento de Vaca Muerta tenga correlato en infraestructura, previsibilidad y decisiones que contemplen el impacto real de la actividad. El pedido de incorporar proyectos de upstream no convencional al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) sintetizó ese planteo. No se trató solo de una discusión fiscal, sino de un reclamo polÃtico de fondo: sin estabilidad para perforar y desarrollar, el salto exportador corre el riesgo de quedarse a mitad de camino.
El argumento neuquino se apoyó en datos concretos. La producción no convencional crece, las inversiones se multiplican y los recursos que genera Vaca Muerta sostienen una porción cada vez más relevante de la recaudación nacional. Sin embargo, las rutas colapsadas, la presión sobre los servicios y la necesidad de obras estratégicas siguen recayendo, en gran medida, sobre el esfuerzo provincial. El mensaje al Ejecutivo fue claro: la gobernabilidad del Presupuesto también se juega en cómo se acompaña el corazón productivo del paÃs.
Mientras ese debate se desarrollaba en Buenos Aires, RÃo Negro avanzó en una de las piezas clave del rompecabezas energético. En Cipolletti se realizó la audiencia pública del proyecto Oleoductos del Valle Duplicar Norte, una obra destinada a ampliar la capacidad de transporte de crudo desde Neuquén hacia el sistema de exportación. El procedimiento ambiental cumplió un paso formal decisivo y confirmó que la provincia busca consolidarse como socio logÃstico del crecimiento de Vaca Muerta, con el puerto de San Antonio Este como eje estratégico.
El avance del oleoducto no es un dato aislado. Se inscribe en una secuencia de decisiones que apuntan a remover cuellos de botella históricos y a transformar el rol de RÃo Negro dentro del mapa energético nacional. En esa lógica, la audiencia pública funcionó también como una señal polÃtica: sin infraestructura de transporte y sin licencia social, el salto exportador pierde sustentabilidad.
En ese mismo contexto, YPF avanza con definiciones estratégicas. Tras la salida de Shell del proyecto Argentina LNG, la petrolera de mayorÃa estatal confirmó que ya negocia con otra supermajor para ocupar ese lugar y sostener el objetivo de escalar la iniciativa hasta 18 millones de toneladas anuales de GNL. Lejos de frenar el plan, la compañÃa aceleró gestiones, activó a JP Morgan para estructurar el financiamiento y ratificó su decisión de invertir fuerte en Vaca Muerta durante 2026, aun con un escenario de precios internacionales más bajos.
Las novedades en torno al GNL dialogan de manera directa con el debate presupuestario. El proyecto exportador necesita reglas claras, estabilidad macroeconómica y decisiones coordinadas entre Nación y provincias. También exige infraestructura —gasoductos, puertos, plantas flotantes— que atraviesa territorios concretos y genera impactos que ya no pueden pensarse solo desde los balances corporativos.
AsÃ, la semana dejó una foto nÃtida: Neuquén reclamando herramientas para sostener el desarrollo del upstream, RÃo Negro avanzando en la habilitación institucional de obras clave y YPF redefiniendo alianzas para no perder la ventana de oportunidad del GNL. Tres planos distintos —polÃtico, económico y territorial— que convergen en un mismo punto.
El desafÃo que se abre hacia 2026 no es menor. Vaca Muerta ya demostró su potencial productivo; ahora el interrogante es si el Estado, en sus distintos niveles, logrará articular polÃticas, infraestructura y financiamiento para administrar ese crecimiento sin que se transforme en un nuevo cuello de botella. La discusión del Presupuesto, las audiencias públicas y las negociaciones internacionales de YPF mostraron, en apenas una semana, que esa respuesta todavÃa está en construcción.
Fuente: ADN Sur
144 lecturas | Ver más notas de la sección Noticias Destacadas