
Una consecuencia directa de esta medida -que se analiza a partir de enero próximo- es que el costo pleno del GNL importado, que suele ser significativamente más alto que el gas producido en la Argentina, será trasladado a la tarifa de los usuarios finales, eliminando asà el subsidio estatal que hoy absorbe ENARSA, en valores que más que duplican por lo que se paga el gas argentino.
En el proceso de privatización de Enarsa, a partir de la indicación de la Ley de Bases, la SecretarÃa de EnergÃa está desarmando potestades que fue acumulando la empresa en las últimas dos décadas, y que la actual gestión considera que no deben estar en manos del Estado, en tanto haya un privado que pueda ocupar ese rol.
En el caso de las compras de los metaneros de GNL la idea que se trabaja en la SecretarÃa de EnergÃa es eliminar la intermediación estatal y traspasar esa responsabilidad a un comercializador asignado mediante licitación pública como encargado de leer la demanda estacional, determinar los volúmenes de GNL necesarios para cubrir el pico, y gestionar la compra de los cargamentos en el mercado internacional.
El desafÃo para el privado residirá, además, en la optimización logÃstica, que incluye no solo la compra del gas, sino la contratación de los buques metaneros y la coordinación para la llegada a la planta regasificadora de Escobar, desde donde se inyecta al sistema de TGN.
Según se explicó, que si bien se delega lo operativa, el Estado no se desentiende por completo, sino que el plan que se busca poner en marcha contempla que la autoridad de aplicación "seguirá supervisando la operatoria", aunque dejará en manos privadas la decisión sobre la cantidad de barcos a comprar y los precios de adjudicación.
Fuente: ADN Sur
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