El área maldita de Vaca Muerta sumó un capítulo más a su historia de mala fortuna y se acaba de confirmar lo que podría ser el golpe de gracia . Se trata de Parva Negra Oeste, un bloque que acumula una serie de traspiés que comenzaron hace casi una década , cuando Neuquén era gobernada por referente del Movimiento Popular Neuquino (MPN), Jorge Sapag.   

A través de un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la empresa concesionaria del bloque, Capex, anunció que dará por terminado el contrato de exploración a cinco años de haberse realizado la firma , tras completar los trabajos acordados sin el hallazgo de «hidrocarburos comercialmente explotables».   

«Con relación al contrato de exploración, y eventual desarrollo y producción sobre el Área Parva Negra Oeste, informamos que habiendo cumplido con las inversiones comprometidas (… ) la sociedad ha optado por no continuar con el segundo período exploratorio dando por terminado el contrato conforme los términos y condiciones del mismo», dice el comunicado oficial de Capex, enviado a la CNV.  

Las inversiones a las que refiere la empresa corresponden al primer período exploratorio del bloque cuyo objetivo era el hallazgo de hidrocarburos comercialmente explotables, algo que no sucedió , según informó la empresa.   El contrato se firmó hace casi 5 años, en noviembre de 2019, y fue suscripto en sociedad con la petrolera estatal de la provincia cabecera de los desarrollos de Vaca Muerta, Gas y Petróleo de Neuquén (GyP).   

« En las próximas semanas el área será entregada a GyP y la sociedad acordará con dicha empresa las condiciones para poder proceder al abandono de los 2 pozos perforados y las instalaciones existentes», señalaron desde Capex.  Qué hizo Capex en el área maldita de Vaca Muerta  En 2019 el bloque parecía que iba camino a revertir su historia de mala fortuna cuando la empresa Capex presentó una propuesta económica de 19.128.750 dólares , en concepto de trabajos e inversión, y más otros 5,5 millones de dólares en concepto de acceso al área.   

Tras completar los primeros trabajos de reprocesamiento de sísmica 2D y 3D, y de evaluación de mineralogía de superficie y subsuelo, entre otros, la firma avanzó la perforación de pozos recién en 2021. Al igual que al resto de la industria, la pandemia del coronavirus le jugó una mala pasada y condicionó los trabajos.