
En la cima de un volcán inactivo en el norte de Nevada, los trabajadores se aprestan a hacer explotar y excavar un pozo gigante que servirá como la primera mina litífera a gran escala en Estados Unidos en más de 10 años – un nuevo suministro del ingrediente fundamental en baterías de autos eléctricos y energías renovables.
La mina, construida sobre terrenos federales arrendados, podría ayudar a encarar la dependencia casi total que tiene Estados Unidos de fuentes extranjeras de litio.
Pero el proyecto, conocido como Lithium Americas, ha suscitado protestas de miembros de una tribu nativa estadounidense, ganaderos y grupos ambientalistas porque se estima que utilizará miles de millones de galones de valiosa agua subterránea, pudiendo contaminar parte de ella por 300 años, y dejando una gran pila de desechos.
“Volar una montaña no es algo ecologista, sin importar cuánto marketing se le ponga”, dijo Max Wilbert, quien estuvo viviendo en una tienda de campaña en el sitio propuesto de la mina mientras que dos demandas judiciales para bloquear el proyecto avanzan en tribunales federales.
La pelea por la mina de Nevada es un emblema de una tensión crucial que está apareciendo en todo el mundo: los autos eléctricos y las energías renovables quizás no sean tan verdes como parecen. La producción de materias primas como el litio, el cobalto y el níquel que son esenciales para estas tecnologías suele ser desastrosa para la tierra, el agua, la fauna y las personas.
Ese daño ambiental a menudo ha sido desatendido en parte porque ya hay una carrera entre Estados Unidos, China, Europa y otras potencias. Al igual que en disputas y guerras del pasado por el oro y el petróleo, los gobiernos están peleando por la supremacía sobre los minerales que podrían ayudar a los países a lograr el dominio económico y tecnológico en las próximas décadas.
Desarrolladores y legisladores consideran este proyecto de Nevada, aprobado en los últimos días del gobierno de Trump, como parte de la oportunidad para Estados Unidos de convertirse en un líder en la producción de estas materias primas en momentos en que el presidente Biden toma enérgicas medidas contra el cambio climático. Además de Nevada, se han propuesto sitios de producción de litio en California, Oregon, Tennessee, Arkansas y Carolina del Norte.
Fuente: Clarín
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